PINTA UN CUENTO, CUENTA UN CUADRO

A partir de una de las obras de la exposición "Ensayo y error del posthumano", de Elena Castellanos y Alberto Valverde, el alumnado de 1º y 2º de ESO está trabajando sobre los elementos de la narración.

Tomando como inspiración esta imagen de una escultura realizada con una impresora 3D, se les ha propuesto que escriban un relato distópico en el que imaginen a las dos figuras de la fotografía como si fueran los personajes protagonistas.

Para conocer a fondo el sentido de la obra, los alumnos del Bachillerato de Artes han impartido varias clases en las que han surgido muchos interrogantes sobre el cuadro y sobre el futuro de la humanidad.

¡Una tormenta de ideas!

En este carrusel de imágenes podéis ver a los maestros artistas y en esta sección publicaremos algunos cuentos de nuestros pequeños escritores.


ENSAYO Y ERROR DEL POSTHUMANO

Fue su deseo, nadie obligó a los primeros ciudadanos “evolucionados” a ponerse aquellos auriculares y nadie los obligó a estar conectados de esa forma al CRC (Cuerpo Robótico Central).

Firmaron voluntariamente los contratos y aceptaron cada cláusula con la creencia firme de que estaban haciendo lo mejor para China y para sí mismos. Y los contratos se cumplieron con pulcritud durante la primera década; la propaganda que los “evolucionados” participantes en el programa piloto hicieron de su experiencia fue altamente positiva y pronto el deseo de formar parte del programa fue el deseo de la mayoría.

El gobierno se vio obligado a agilizar los trámites burocráticos y fue necesario un gran esfuerzo de producción y logística para abastecer a los solicitantes de los accesorios necesarios. Esto, a su vez, supuso un reto a nivel sanitario, pues estos accesorios necesitaban ser implantados en clínicas y por personal altamente especializado. Los siguientes cinco años fueron frenéticos, la euforia reinaba en las calles y hasta los más escépticos veían una luz de esperanza para la humanidad en el programa de evolución post-humana. Pero de pronto llegaron los cambios, las obligaciones, las retenciones y las implantaciones obligatorias, y los contratos fueron desapareciendo, las firmas no eran necesarias, la policía empezó a entrar en las casas y el ejército tomó las calles. El CRC se hizo cargo del control absoluto del gobierno y ordenó que todos los ciudadanos fueran implantados.

Toda esperanza de futuro fue abandonada.

Emma Pérez Velasco


SALVADA POR LOS...... ¿TUBOS?

Era diciembre del año 2070. Caminaba sin rumbo por una de las grandes avenidas que hay entre las casas flotantes. iba tan concentrada en mis pensamientos que apenas vi acercarse al cibertaxi, que casi me atropella si no hubiese saltado rápidamente a la marquesina. Observaba a mi alrededor y veía cómo ha cambiado todo en los últimos cincuenta años. Sin embargo, hay conversaciones que siguen helándote la sangre. Hacía algún tiempo que sentía fuertes dolores en mi cabeza ovalada. No le di importancia al principio, ya que la evolución de la forma de nuestra cabeza trajo también dolores que no teníamos antes. Pero cuando ya no podía dormir, decidí ir al bioreparador. Me hicieron varias pruebas y hoy tenía la cita presencial para saber los resultados.

Mi hermano me esperaba en la puerta con su nueva nave. Era roja y brillante como el trineo de Papá Noel, con unas luces blancas que iluminaban todo. Tenía un motor tecno eléctrico que se autorepostaba con un mecanismo impresionante y unas alas plateadas que le permitían hacer giros imposibles en el cielo. Estaba tan contento que ni siquiera se dio cuenta de mi nerviosismo.

A las nueve en punto entré en la consulta y después de saludarnos, el bioreparador dijo:

– Siento decirte que no tengo buenas noticias. Me temo que el virus byte se ha metido en tu cerebro.

– ¿Es muy grave? - pregunté.

– Creo que aún estamos a tiempo de arreglarlo. He consultado con otros compañeros y gracias a las tecnologías de conexión entre humanos podríamos darle solución. Solo necesitamos a alguien que ya haya tenido el virus.

Me explicó que el virus se alimentaba de la información de nuestro cerebro. Resulta que mi hermano ya había pasado la infección. Así que me explicó que había un procedimiento por el que me podría hacer llegar sus anticuerpos y curarme. Harían dos tubos del diámetro de la médula espinal de cada uno y que conectados entre sí intercambiarían los antibytes que lograrían acabar con el virus byte. Me aseguró que todo saldría bien.

Ahora este dolor de cabeza no me permite tomar decisiones por mí misma...

Naiara Cuadrado Lucas