Así empezó todo...

El 29 de agosto de 2007, a las 17:30 horas, un pequeño grupo de entusiastas de la naturaleza se reunió en Requena con la intención de dar el primer paso para la creación de un nuevo Club de Montaña. Los nombres de aquellos personajes: José Manuel Navarro, Raúl Almonacid, David Benlloch "Spiri", Gustavo García, José Luis Juan "Goofy" y Fco. Luis Luengo "Kico".

En primer lugar decidieron, por unanimidad, que el nombre del club sería “Atrafal” (dado el entrañable significado que tenía ese bello paraje para todos ellos y en homenaje a las experiencias allí vividas).

Posteriormente dieron lectura a un montón de documentación proporcionada por la Federación d’Esport de Muntanya i Escalada de la Comunidad Valenciana, entre la que se encontraba un modelo de estatutos y numerosos tipos de actas fundacionales. Dada su escasa capacidad de discernimiento y desenvoltura burocrática (no entendieron nada) se les cayó el mundo encima. Lo que sí entendieron es que para satisfacer todos los trámites era necesario la elección de cargos, a lo que procedieron por sufragio universal y voto oculto. El resultado de aquella votación fue el siguiente:

    • Presidente: Raúl Almonacid (4 votos a favor)

    • Vicepresidente: Fco. Luis Luengo (3 votos a favor y 1 en contra)

    • Secretario: José Luis Juan (4 votos a favor)

    • Tesorero: David Benlloch (4 votos a favor)

    • Vocal y Botiquinero: Gustavo García (1 voto a favor, 2 abstenciones y 1 nulo)

    • Vocal y Guardián de Leyendas: José Manuel Navarro (4 votos a favor)

Los cuatro primeros elegidos presentaron su dimisión al momento, pero fue revocada por unanimidad del resto de la asamblea.

A continuación tomaron la decisión de redactar una “Hoja de Ruta”, convulsiva y desordenada, donde enumeraron las principales acciones a tomar en las siguientes semanas. Luego continuaron ideando su primer calendario de actividades y soñando cómo sería su presentación en sociedad.

Finalmente, sin acordar la fecha para la asamblea fundacional, pagaron las cervezas y se desplazaron al Atrafal, donde acabaron la tarde de risas colgados por las paredes.