No pudo ser

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El pasado lunes Kico Luengo y Raúl Almonacid volvieron a la vieja escuela de escalada de Puzol con la intención de despedir la temporada primaveral a lo grande. Bajo un sofocante calor decidieron encadenar la exigente vía “Alta Piteres” - un duro Vº superior de más de cincuenta metros. Era la segunda vez que la veterana pareja se enfrentaba a esta vía y del primer ataque no conservan un recuerdo demasiado dulce (a Kico le sobrevino una hipoglucemia en mitad de la pared). Esta vez tampoco pudo ser. Encabezando Raúl el primer largo llegaron de nuevo hasta la reunión intermedia, pero les falló la confianza al acometer el segundo largo. Resultado: otro maillon abandonado - ya son dos en diez días -, cervecita y vuelta a casa.

“Raúl, aquí volveremos y la terminaremos” - sentenció Kico.