El Reino de Marruecos, en el norte de África, es un país islámico escogido por muchos viajeros debido a sus paisajes naturales e importantes manifestaciones culturales e históricas. El actual territorio del país fue ocupado desde tiempos de la prehistoria. Más tarde, dada su ubicación estratégica en el Mediterráneo, fue lugar de constantes intercambios culturales con romanos, visigodos y bizantinos. Como destino ofrece escenarios dignos de películas de aventuras, como el desierto del Sahara, palmerales, el Valle del Dadès con los picos nevados del Gran Atlas a lo lejos, ciudades vibrantes como Marrakech o marineras como Essaouira. La amabilidad y hospitalidad tradicional marroquí, la gastronomía y la excepcional experiencia de comprar en un zoco, son argumentos a los que pocos viajeros pueden negarse.
Cabe destacar que el Islam influye en la vida del todos los habitantes, durante todos los días de su vida. La bandera tiene 5 estrellas qué indican los cinco pilares de Islam.
En estas tierras la gente es sumamente amable y orgullosa de su cultura. Son mucho más tranquilos en su estilo de vida y una característica muy importante, por ser un estado islámico, las mujeres tienen Derechos Civiles. Esto se debe a que su gobernante se casó con una princesa descendiente de franceses.
Desde Agadir hasta Tánger, Las ciudades más importantes se encuentran aquí
Desde Marrakech a Fez
Más auténtica y tradicional, donde encontraremos los Kabash (fortalezas) típicas, además de montañas y nieve
Marrakech fue fundada en 1062 como asentamiento almorávide y transformada en ciudad imperial de los almohades quienes la hicieron su capital, embelleciéndola en 1157 con la mezquita de la Kutubia, uno de los monumentos más bellos del Magreb.Se la conoce cómo la capital turística de Marruecos.
A primera vista Marrakech consigue mimetizarse con las arenas del desierto gracias al ocre rojizo de sus edificios y murallas. Sin embargo, pronto surgen los matices, ya que la ciudad se levanta ante un grandioso oasis de palmeras, una mancha verde en medio de la aridez, y se enmarca entre las elevadas cumbres del Atlas, que asoma sus picos nevados por las calles de la ciudad.
Rabat, la capital de Marruecos, se encuentra junto al río Bu Regreg y posee una ecléctica y hermosa arquitectura influenciada por su pasado islámico, colonial francés y bereber. Se trata de una ciudad muy hospitalaria, moderna, con un aire jerárquico marcado que apreciarás al pasear por sus calles.
El complejo amurallado de Chellah supone una estupenda instantánea de la vida medieval de los musulmanes, aunque en su origen fue una necrópolis. Esta fortaleza bereber cuenta con muchos detalles arquitectónicos característicos del Islam, como los altos minaretes de oración, los azulejos y las tumbas reales. Callejear por esta zona supone sentirse transportado a una época remota.
La Casba de los Udayas se encuentra junto a la Chellah, en la boca de Bu Regreg, y ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Todavía conserva, intactas, las paredes de colores brillantes, las calles empedradas, la hiedra creciendo en sus muros y los bonitos e intrincados detalles perfectamente definidos en los marcos de las puertas. Pese a su sutil parecido con Santorini, a lo que contribuyen sus calles atmosféricas y sinuosas, esta zona palpita y transmite la esencia mística árabe, por lo que resulta única e inspiradora.
La Gran Mezquita Hassan II es la más grande de Marruecos: su minarete es un rascacielos de 210 metros de altura. Aprecia la clásica arquitectura morisca al recorrer sus interiores palaciegos, admira sus extensas bibliotecas, sus hammams llenos de vapor, sus patios de refrigeración y sus majestuosas fuentes. En realidad, la mezquita está parcialmente construida en tierra y sobre el océano Atlántico.
Es el corazón cosmopolita , industrial y económico de Marruecos. También cuenta con el puerto artificial más grande del mundo. Es reconocida por la película Casablanca, y los visitantes llegan para sentarse en el Café de Rick, el cual no existe,ya que la película fue rodada íntegramente en los estudios de la Warner en California.
Su Mezquita fue durante muchos años la más grande del mundo y también la más alta hasta que se edificó la mezquita de Argelia. Su patio tiene una capacidad de hasta 80000 personas y fue una piscina pública durante el Protectorado Francés.
En la historia de la humanidad, esta ciudad tiene un gran peso porque aquí se realizó en 1943 la trascendental reunión entre Roosvelt y Churchill, en la que se decidió la invasión del Día D en Europa. Los servicios secretos alemanes fueron engañados ya que creyeron que la misma se llevaría a cabo en la Casa Blanca de Washington.
Está situada al norte de Marruecos, en las costas del estrecho de Gibraltar, a tan solo 14 kilómetros de Tarifa, y a unos 60 km de la propia Gibraltar. Tánger es sin duda una de las ciudades más visitadas de Marruecos por los turistas, y esto es debido a su excelente posición geográfica, ya que la mayor parte de la gente que visita el continente africano desde Europa pasa por Tánger, y desde ella se hacen multitud de excursiones diferentes.
Es una de esas ciudades olvidadas, que se suele considerar de paso, pero pasear por su medina, visitar sus playas o degustar el tan típico té de menta, la transforman en la puerta de entrada a la cultura marroquí.
Ha visto pasar por sus tierras todas las culturas del Mediterráneo. Habiendo sido una ciudad de piratas también fue epicentro de la Guerra del Rif. España y Francia delimitaron sus protectorados en ella. Actualmente, en Tánger conviven la religión musulmana, cristiana y judía.
Fez, en Marruecos, es famosa por su antigua ciudad amurallada, que muchos comparan con Jerusalén. Es la primera de las ciudades imperiales de Marruecos, ya que se remonta al Siglo VIII. Es también pionera en él culto musulmán del este país y posee una del las universidades más antiguas de mundo. Todos estos componentes hacen de Fez, una ciudad particularmente atractiva, con una cultura viva e influyente.
Aun así, pese a que se puede tildar la medina cómo la “maravilla humana” de Fez, no es la única. Un curioso atractivo de la ciudad es su azul, un color en tono cobalto que se erige cómo símbolo de la alfarería de esta ciudad marroquí.
Pese a que la denominación de este recorrido pueda parecer una exageración, se ajusta a la realidad, pues más de un millar de kasbahs (fortalezas típicas de la ciudad islámica) son las que pueblan el sur marroquí.
De diferentes extensiones, situadas en llanuras o elevaciones, son construcciones que, aunque con elementos comunes como sus torreones defensivos o sus puntos de acceso, forman una infinita serie de variaciones.
La ciudad de Ouarzazate, que alberga también la Kasbah Taourirt, una de las mejores conservadas de todo el país y residencia del representante de los Glaoui, familia que mediante un sistema feudal gestionaba la región. Este ksar (es decir, conjunto de kasbahs) preside el río Ounila y está rodeado de cultivos, palmeras y árboles frutales. Es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1987, si bien su popularidad se debe sobre todo a haber sido escenario de multitud de películas como “Lawrence de Arabia”, “Gladiator” o “Babel” entre muchas otras.
Es importante mencionar que durante el Ramadán no se recomienda viajar. Está todo cerrado, desde que sale el sol hasta que se pone, no pueden hacer nada, ni siquiera tomar agua, así de estricta es la celebración para ellos. Cómo esta celebración no tiene una fecha específica, hay que chequear antes de organizar el viaje.