No se trata de un historiador sino de solo un amante de la historia, hijo y nieto de nacidos en Tamarón que de niño escuchaba admirado las cosas que decía su abuelo sobre lo que había oído, a otros mayores que él, contar sobre la historia de su pueblo.
La obra está hecha sin ninguna intención de demostrar nada, sino más bien lo contrario: provocar el interés de los más jóvenes por conocer nuestro pasado que sin duda servirá para conseguir un cada vez mejor futuro.