No se conoce el lugar exacto del valle de Tamarón donde se produjo la batalla. Pero a falta de historiadores que puedan confirmarlo o desmentirlo suponemos que fue el paraje conocido como “Cara al Rey” que consideramos una contracción de Carrera del Rey, donde según la tradición popular “…murió un Rey en una batalla entre cristianos que se produjo en tiempos de los moros…”
Aunque la fecha no coincide en todos los escritos que tratan del tema, parece que lo más probable es que sucediera un día cercano al 30 de Agosto de 1037.
“Este fue el fin desgraciado de la sangre varonil de los gloriosos reyes de León, acabándose en un rey muy joven y digno de los mayores elogios por las eminentes virtudes de su alma”.
El autor de la Historia Silense dejó al llegar al final de su relato fluir esta evocación llena de nostalgia: “Y a mí, al escribir ahora sobre la muerte de tan gran rey y considerar la nobilísima dignidad de su cetro, me invade un dolor profundo. Él, constituido rey en su niñez, no se sintió atado a las distracciones ni nimiedades infantiles ni a las apetencias lascivas, propias de su edad, sino que, sobreponiéndose a ellas desde el comienzo de su reinado, comenzó a regir las instituciones públicas y a defenderse de las gentes perversas como padre piadoso y providente. He aquí cómo muere el justo y nadie se para a considerarlo”.
“Su cuerpo fue recogido por los leoneses que lo trajeron al panteón mandado construir por su padre y donde reposaban sus restos, junto con los de otros miembros de la familia real”. (Reyes De León de José Mª Fernández del Pozo).
En Nájera también hay un sepulcro dedicado a este monarca y menciona su muerte en Tamarón: “Nacido el año 1017, a los 11 años, por muerte prematura de su padre, ya era Rey de León. Gobernó bajo la protección y señorío del Rey de Nájera, Sancho el Mayor. Muerto éste, el joven Bermudo entabla batalla en Tamarón (1037), contra Fernando y García de Nájera, pero cae en la refriega. Y es traído a enterrar aquí”. (Evidentemente, esta última frase no es cierta).
“A Vermudo obedecían y amaban tiernamente todos los pueblos desde el Pisuerga hasta el Océano”. “La muerte de Vermudo entrañaba el rompimiento de la línea dinástica de la monarquía, un bien sagrado e intangible que la tradición leonesa consideraba vinculado a sus varones y a la continuidad de su sangre, ennoblecida a su vez durante más de un siglo por esclarecidas figuras casi míticas como Ordoño II o Ramiro II”. (Reyes De León de José Mª Fernández del Pozo).
A continuación mostramos la fotografía de la calavera y los esquemas del esqueleto utilizados por los antropólogos donde quedan marcadas las heridas descritas anteriormente.
Queremos mencionar que muy cerca del punto en que el camino de la Carrera del Rey (o Cara al Rey) llega a la carretera, se encuentra un arenal donde en el año 1999 se proyectó un vertedero para las necesidades locales. Al poco tiempo de comenzar el trabajo de excavación, encontramos casualmente una serie de pequeños trozos de apariencia metálica (hierro oxidado), con aristas vivas que en un principio nos hicieron pensar en la posibilidad de que pudieran proceder de la batalla.
Los análisis pertinentes nos mostraron que se trataba de un yacimiento paleontológico con restos óseos de animales que los científicos dataron en unos 20 millones de años.
Por lo tanto, aunque su valor arqueológico puede ser muy importante, no tienen ninguna relación con la Batalla.