Bloque I: LA PRÁCTICA PSICOMOTRIZ
1.2 LA PSICOMOTRICIDAD EN LA PRÁCTICA
Rikardo Acebo Urretxu
(Escuela de Psicomotricidad Luzaro UNED - Bergara)
Ponente:
Rikardo Acebo Urretxu es licenciado en Filología Hispánica, terapeuta psicomotor y formador de la Escuela de Psicomotricidad de Bergara (Luzaro, perteneciente a la Asociación Europea de Escuelas de Formación En Práctica Psicomotriz, ASEFOP). Después de muchos años en la escuela como especialista de apoyo educativo, desde el 2003 trabaja en el Centro de Día Terapéutico-Educativo de Ortuella (Bizkaia), centro público dependiente de la administración autonómica vasca donde se trata a niñas y niños y adolescentes con trastornos generalizados del desarrollo (sobre todo, psicosis). También trabaja en la formación regular de psicomotricistas, tanto en práctica educativa como terapéutica. Ha impartido numerosos cursos y seminarios de perfeccionamiento del profesorado y de divulgación de esta disciplina. Forma parte de colectivos profesionales (Asociación Profesional de Psicomotricistas, APP) y de investigación (Grupo de Estudio de Terapia Psicomotriz). Colabora con algunas publicaciones especializadas.
Sinopsis.- Durante la sesión se abordaran los distintos elementos de la práctica psicomotriz:
· Los protagonistas: las niñas y niños con los que trabajamos.
· Las producciones: la expresividad motriz de estas niñas y niños, sus producciones, su juego.
· El contexto: la sala de psicomotricidad, sus espacios y tiempos, sus materiales.
· El educador: el psicomotricista, que tiene su propia historia, y que en su relación con el niño ha de prestar atención para no invadirle.
El trabajo y la formación sobre estos cuatro elementos son muy importantes, pero vamos a destacar el último, porque es el que puede dar significado al los demás.
Nuestra labor con las niñas y niños se sitúa en una relación asimétrica en la que fácilmente podemos invadirles con nuestras proyecciones. De ahí que una reflexión (y quizás una revisión) sobre nuestras actitudes, como educadores y como psicomotricistas, sea fundamental. Se trata de un sistema de actitudes que nos permita ser acompañantes para que su desarrollo sea lo más armónico posible, también cuando existan excesos y carencias en sus manifestaciones. Posiblemente aparezcan preocupaciones con temas como la autoridad, los límites, la agresividad, o esos mismos excesos, cada vez más frecuentes.