Los Ignorantes

Los ignorantes

Campeonato mundial: Selección alemana

De modo distinto a los que creen saberlo todo, los verdaderos ignorantes tenemos la enorme suerte de poder usar los ojos de los comandos de la cultura; tanto cuando miran la vida, como cuando miran la muerte; con sus oídos, llegamos mucho más lejos y a más lugares que a los sonidos que pudiéramos disfrutar solos; desde sus millones de kilómetros cuadrados de piel, recibimos sensaciones de las más oscuras y recónditas intimidades, desde las más amorosas caricias hasta los más obvios gestos; con su trabajo, los creadores, nos permiten oler aromas de mares, llanos y montañas, que nunca pisaremos. Y con ellos podremos saborear lo que en siglos se ha cocinado para otras mesas. Pero sobre todo, los que no sabemos, encontramos en ellos, en los constructores de la civilización, la posibilidad de irnos entendiendo, la oportunidad de darnos cuenta de lo que pasa, de lo que pasó, de lo que nos pasa y a distinguir, conducir o detener lo que no queremos que pase.