"Zsss, Zsss, Zsss". Marcelino se despertó agitando los brazos sobre la cabeza. Que sueño más desagradable.
...Era el maquinista del tren, iba encantado viendo pasar el monte como una mancha verde. De repente la caldera comienza a perder vapor, desesperado Marcelino hecha mano a manivelas y válvulas, todo es ínutil el tren pierde velocidad, y ese ruido insoportable del vapor escapandose. Zsss, Zsss, Zsss, un mosquito había encontrado un hueco en el mosquitero.
La noche no era su aliada, para Marcelino, más bien una enemiga, se tropezaba con todo, le daba miedo la oscuridad. Sobretodo le disgustaba quedarse despierto y a solas con sus pensamientos.
A tientas buscó la lámpara y encendió, tal era su disgusto que se decidió a escribir la postergada carta.
Mister Hughes:
...Bla, Bla, Bla... Como ya habíamos acordado, he buscado entre mis compañeros de universidad aquellos que están por el progreso, el comercio y las ciencias.
Debo confesarle que son solo un puñado. La mayoría siguen aferrados al feudalismo agrícola, cerrados a cualquier proceso de industrialización. En general responden a la tradición agrícologanadera de sus mayores.
Por otro lado no podrían cambiar siendo los herederos de la tierra.
Los pocos extranjeros progresistas son centroeuropeos, escapados a estas tierras por sus ideas anarquistas. Tampoco se puede contar con ellos.
La unica novedad que tengo es un hecho curioso que esta acaheciendo en las cercanías de la hacienda de mi padre. No se sabe como lo hacen, pero poco a poco se están escapando los jornaleros para el monte. Parece una de esas migraciones de lo s animales, de golpe sin saber porque han comenzado a fugarse de noche en pequeños grupos.
Mi padre a redoblado la vigilancia, unos pocos han sido atrapados, no dan razones de porque huyen, parece que quieren vivir como antes, sin cultura ni progreso.
Le cuento esto último, porque son los unicos dispuestos a cambiar algo en este olvidado país...
...Bla, Bla, Bla...
Marcelino Rovira
©Mario Antonio Herrero Machado