Tres Senderos, Guatemala, 29 de enero de 1998
Querido Cabeza:
Se que esta carta te va a sonar rara, pero no quiero dejar pasar el tiempo.
Como siempre te escribo en un bar de mala muerte. Frente a mi nuevamente tengo cuatro botellas de cerveza. Como se que te gustan los detalles te cuento que estoy en pueblo perdido en algún lugar de la frontera norte de Guatemala. Llueve afuera muchisimo, aquí adentro un poco menos.
Hace más de tres semanas que ando por estas sierras y estos valles, buscando ese lugar que llamas MAZILA, en tu empantanada novela, que nunca terminaras de escribir.
Todo empezó en un ciberbar de Copenage, estaba con la Chueca y un matrimonio de argentinos, que no volvieron del exilio. Allí no había botellas sobre la mesa, tienen la mala costumbre de llevarsela y uno pierde la cuenta.
Como toda charla de argentinos, nos pusimos melancólicos y nos enfrentammos como generación. Nosotros con la Chueca sosteniamos que la Revolución esta viva, los otros citando a unos intelectuales que no conozco hablaban del fin de la historia.
Fue entonces que la Chueca les dijo que les podía mostrar que la historia continua, es más que ahora mismo se esta escribiendo. Muy desenvuelto la Chueca corrió una panera y abrió su computadora portatil, la enchufó a la linea internet de la mesa y en un abrir y cerrar de ojos, dando vuelta la cajita negra los enfrentó con la página de "El Maizal".
Bueno sería largo contarte las dos horas que siguieron. la Chueca argumentando hasta quedarse ronco, los otros parecían ir ganando, entonces me juge el todo por el todo.
"Paren che, paren la mano", les dije, "Yo voy a encontrar el lugar donde vivío José Santino, entonces se van a convencer que no hemos llegado al fin de la historia".
Bueno Cabeza, así fue como desde Alemania, en vez de volver a la Argentina me descolge en Miami, de allí a Panamá, pase por Costa Rica, Nicaragua, El Salvador, Honduras y ahora estoy desde hace tres semanas en las sierras del norte de Guatemala.
Nadie conoce la historia de José Santino, pero todos me dan alguna indicación para encontrar a Mazila.
Tengo una libreta llena de historias que me han contado. Ahora se acerca la quinta botella de cerveza y se me acaba el papel. No se si voy a encontrar a Mazila, pero si estoy seguro que la historia no llegó a su fin.
Chau Cabeza, un abrazo, dejate de querer aprender a pintar, mejor aprovecha este verano para continuar "El Maizal".
"Hasta que madure el maizal"
El Gordo
©Mario Antonio Herrero Machado