Todos repiten lo mismo

Todos repiten lo mismo

cuando dicen que se marchan.

Con cuatro granos de trigo

se alimentaban.

Vivía él y la vieja

y el resto de la compaña

y al sol de los mediodías

se calentaban.

Para Navidad la oliva,

para el verano la siega,

para el otoño la siembra,

para la primavera nada.

Mula pardera y monte,

cielo, tristez y casona,

el día que el tren se marcha

todo abandona.

Tenía viento y carreta

y recuerdos de la guerra,

barro, sol, piedra y paisaje

y un regancho de agua muerta.

Si en algún camino encuentras

gente con la casa a cuestas

no les hables de su tierra

que te mirarán con rabia.

Con rabia en la voz y el viento,

con rabia en sus palabras,

con la rabia que produce

abandonar lo que se ama.