Tanguillos

Aquellos duros antiguos

que tanto en Cádiz dieron que hablar

que se encontraba la gente

en la orillita del mar,

fue la cosa más graciosa

que en mi vida he visto yo.

Allí fue medio Cadiz

con espiochas,

y hasta fue un día

mi suegra, y eso que estaba

ya medio pocha,

con las uñas y el pelo,

la vi escarbar,

cuatro días seguidos,

sin descansar.

Se puso la playa

igual que una feria,

válgame San Cleto,

lo que es la miseria.

Algunos cogieron

más de ochenta duros,

pero en cambio otros

no vieron ninguno.

Mi suegra, como ya dije,

se pasó allí una semana,

escarbando por la noche,

de día y por la mañana.

Perdió las uñas y el pelo,

y eso que poco tenía,

y en vez de coger los duros

lo que pilló fue una pulmonía,

y en patio de las malvas

está escarbando desde aquel día

y en el patio de las malvas

está escarbando desde aquel día.