María, la joven de Nazareth, acogió la invitación del Ángel Gabriel a ser madre del Mesías y con ello permitió que el Espíritu Santo engendrará en ella al Hijo de Dios y soñó un nuevo pueblo y una nueva comunidad más allá de las fronteras de Israel. Los jóvenes estamos (o están) llamados a anhelar una Iglesia nueva que responda a los nuevos tiempos: sin miedo, sin prejuicios, sin hostilidad. ¡Atrevámonos a soñar una nueva iglesia!
María, madre de la nueva Alianza y de una renovada iglesia ayúdanos a abrirnos a tu Espíritu para que, se cumpla en nosotros lo profetizado por Joel: “vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán, vuestros ancianos soñarán sueños, vuestros jóvenes verán visiones” (Jl 2,28).
Te saludamos Madre nuestra con la ORACION INICIAL DEL MES.
Cantemos a nuestra Madre
Jesús inaugura una nueva comunidad cuyos lazos de unión es la fe y no los lazos sanguíneos ni la raza. María apoya esta renovación de la fe judía y se lanza junto a su Hijo a proponer nuevos caminos. Escuchemos. Del Evangelio de San Mateo (Mt 12, 46-50).
“Jesús estaba hablando a la multitud, cuando su madre y sus hermanos, que estaban afuera, trataban de hablar con Él. Alguien le dijo: “Tu madre y tus hermanos están ahí afuera y quieren hablarte”. Jesús le respondió: “¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?” Y señalando con la mano a sus discípulos, agregó: “Éstos son mi madre y mis hermanos. Porque todo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre”
Cuando María dice sí, no solamente se arriesga a concebir al Hijo de Dios engendrado por el Espíritu Santo, sino que además acepta que el Mesías renueve su fe y la religión hebrea que ella profesa hasta ese momento. María acepta lo nuevo: el sueño de Dios que es la salvación de toda la humanidad. Ella no teme al cambio, es más, lo propicia acompañando la misión de su Hijo y la primera comunidad de los apóstoles y discípulos.
¿Qué hemos soñado para la iglesia? ¿Qué he hecho yo para que se realice ese sueño?
(si lo deseas, puedes ver otro recursos para la reflexión AQUÍ -en la sección recursos)
Oremos junto a nuestra Madre y digamos: María ayúdanos a soñar una nueva iglesia.
a) Por tu intercesión le pedimos al Señor que le regale sabiduría al Papa Francisco para renovar nuestra Iglesia.
-María ayúdanos a soñar una nueva iglesia
b) Por tu intercesión le pedimos al Señor por nuestra comunidad eclesial (escolar) para que nos regales ser fiel a nuestro bautismo.
-María ayúdanos a soñar una nueva iglesia
c) Por tu intercesión le pedimos al Señor por lo jóvenes para que sean generosos en responder el llamado a la santidad.
-María ayúdanos a soñar una nueva iglesia
d) Por tu intercesión le pedimos al Señor por nosotros los cristianos para que con nuestras buenas acciones seguimos construyendo el Reino de Dios.
-María ayúdanos a soñar una nueva iglesia
Digamos todos/as: Ven con nosotros a caminar.
Queridos jóvenes, seré feliz viéndolos correr más rápido que los lentos y temerosos. Corran atraídos por ese Rostro tan amado, que adoramos en la Sagrada Eucaristía y reconocemos en la carne del hermano sufriente. El Espíritu Santo los empuje en esta carrera hacia adelante. La Iglesia necesita su entusiasmo, sus intuiciones, su fe. ¡Nos hacen falta!
Se presenta un recorte de nube, donde se escribe el sueño de ser Iglesia Joven.
Animador: Nosotros los jóvenes soñamos una iglesia que...
(se pueden leer algunos sueños escritos por los jóvenes)
Te pedimos Señor que nos ayudes en esta tarea con la oración que tú nos enseñaste.