María es la madre de todos nosotros y de todos los hombres. Ella quiere la unidad, la paz, y que vivamos como hermanos. No sucede así en muchas partes del mundo y en el interior de nuestros países y también en Chile. Hoy le rogamos que nos enseñe a vivir como verdaderos hermanos.
Madre querida, nuestra comunidad te saluda al terminar esta segunda semana de tu Mes. Te queremos dar un gran aplauso por estar con nosotros (Se aplaude).
Como jóvenes atentos a los signos que el tiempo actual nos reclama, iniciemos esta celebración con la Oración inicial del Mes de María.
Cantemos a nuestra Madre
Los apóstoles entendieron muy bien que el cristiano está llamado a tener un nuevo tipo de comportamiento con los demás, pero empezando por sus mismos hermanos en la fe. Por eso San Pedro recomienda la fraternidad verdadera.
Nos dice (1 Pe 3, 8-12):
“En conclusión, tengan todos unos mismos sentimientos, sean compasivos, ámense como hermanos, sean misericordiosos y humildes. No devuelvan mal por mal, ni insulto por insulto; por el contrario, bendigan, pues habéis sido llamados a heredar la bendición.
Pues quien quiera amar la vida y ver días felices, guarde su lengua del mal, y sus labios de palabras engañosas; apártense del mal y hagan el bien, busque la paz y corra tras ella. Pues los ojos del señor miran a los justos y sus oídos escuchan su oración, pero el rostro del señor no mira a los obran el mal”.
El Padre Hurtado nos puede ayudar a entender que construir un mundo fraterno. No es fácil, pero que vale la pena hacerlo. En una de sus reflexiones nos dice:
Mirar grande
Crecer, mirar grande, querer grande, pensar grande, realizar grande
En los combates de hoy, todo se trata a la escala del hombre
Y a la escala del mundo.
Disponerse a realizar grande.
No cuidarse de hacer carrera,
Sino de llenar su vida en plenitud.
Ejercitar mi esfuerzo
En los sectores disponibles.
Tomar lo que no ha sido realizado.
No imitar la burguesía:
No se trata de obtener
O conservar privilegios.
Se trata de servir
No polemizar. Construir
Y recorrer sólo una pista.
Se trata de construir
Para uso de muchos
Un solo camino
(Benito Spoletini. Su espiritualidad 43)
María, Tú que abriste tu corazón a todo el mundo para que reinase la paz, la unidad, la concordia, te pedimos nos ayudes a ser verdaderos profetas de la unidad.
Para que tengamos la paz del corazón y seamos capaces de amar a todos sin excepción, te decimos: María, Madre del mundo ayúdanos.
Para que en nuestro país haya entendimiento y unidad para enfrentar los graves problemas que hoy tenemos, te decimos…
Para que los jóvenes y todos los chiquillos y chiquillas cristianos aprendamos a luchar por la unidad y el entendimiento en nuestros Colegios, Universidades, Parroquias y lugares que frecuentamos, te pedimos.
Poner una mano en el corazón.
Cantemos a nuestra Madre