Los jóvenes han aprendido que la Iglesia debe ser fiel a Jesús, que quiso una Iglesia llena del evangelio de Dios, anunciando la fraternidad y el servicio. Y por eso necesita estar siempre en actitud de nacer de nuevo en cada momento diferente de la historia.
María es la Madre de la Iglesia porque estuvo cuando el espíritu Santo vino sobre los apóstoles y los hizo la Iglesia de Jesús.
Te saludamos Madre nuestra. Madre de la iglesia, ruega por nosotros.
Como jóvenes sensibles al dolor de la Iglesia, iniciemos esta semana con la Oración inicial del Mes de María.
Cantemos a nuestra Madre
Jesús nos enseñó a mirar la vida como la mira Dios. Con otros ojos. En el evangelio de San Juan, el evangelista nos relata la Buena Nueva o Mensaje que llena de vida nueva, sobre el “nacer de nuevo”, dejando atrás lo viejo o lo que no va con Dios. (Jn. , 3; 6).
“Jesús le respondió a Nicodemo: en verdad, en verdad te digo: el que no nazca de lo alto no puede ver el Reino de Dios” Y como Nicodemo le dijo que eso parecía imposible como el nacer físicamente de nuevo, Jesús le volvió a decir: “en verdad, en verdad te digo: el que nazca de agua y de Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios. Lo nacido de la carne es carne, lo nacido del Espíritu es espíritu. No te asombres que te haya dicho que hay que nacer de lo alto”
Todo lo que vemos va cambiando rápidamente. El tiempo corre veloz. Cada día se ofrecen nuevos instrumentos y novedades para nuestro uso. Lo nuevo se va haciendo casi necesario. Por eso la Iglesia como comunidad necesita aires nuevos, morir a lo que la ha perjudicado y envejecido. Muchos nos critican, y con razón, pero no podemos quedarnos como una iglesia deteriorada y sin brillo. Y la misma Iglesia necesita de ustedes los adolescentes y jóvenes que vuelvan a decirnos que la Iglesia se mantendrá joven y atractiva si sigue a Jesús, si Jesús es su centro. Y si ustedes nos dicen ¡Hay que nacer de nuevo!, y se integran y nos ayudan, eso será posible. Jesús nos llama a estar unidos y trabajar juntos por lograr lo que Él quiso de nosotros.
- Jesús, envíanos tu espíritu Santo que nos renueve como Iglesia, roguemos al Señor… (Todos): escúchanos, Señor te rogamos.
- Jesús, por medio de María tu Madre, envía jóvenes comprometidos, alegres y llenos de tu Evangelio para renovar la cara de tu Iglesia…
- Jesús, danos el Espíritu Santo que nos haga jóvenes y adolescentes comprometidos para poder ser valientes en hablar y hacer lo que corresponde para renovar tu Iglesia…
REPITAMOS TODOS: Jesús, Tú que formaste a tus apóstoles como hombres y mujeres fieles a tu Palabra, ayúdanos a vivir tu Palabra de amor y servicio en tu Iglesia. Amén.
Levantar la palabra PROFETAS.
“Los cristianos deben acostumbrarse a convivir con grupos que manifiestan inquietudes distintas desde el plano religioso. Sin embargo, existen compromisos sociales cuyo único objetivo o finalidad es el bien común. En este caso la pastoral misionera exige integrarse en dichas tareas, compartiendo servicios con otras personas o asociaciones de distinta mentalidad religiosa o cultural”
(Baldomero Rodríguez, Salid a los caminos. La evangelización de los alejados, p. 139).