ROMANCES DE LAS GARGANTAS DE LA VERA
ROMANCES DE LAS GARGANTAS DE LA VERA
Durante las últimas semanas estamos aprendiendo un romance muy divertido sobre las gargantas que serpentean por la comarca de La Vera. Si lo cantáis con el ritmo de La Serrana de La Vera, del grupo Muérdago, lo aprenderéis tan rápido como nosotras.
Aquí os dejamos el romance:
Ven conmigo a las gargantas
que serpentean por La Vera
saltando de roca en roca
bajando por las laderas.
No puedes ni imaginar
las cosas que allí te encuentras,
no son todas de verdad,
no creas todo lo que leas.
Paseando por Alardos
rica flora allí te espera
no verás rosas y nardos
sí alisedas y choperas.
Si su cara es blanca y negra
y estás llegando a Minchones,
no te asustes, para un poco,
puede ser que veas tejones.
Pero te aseguro que
si pasas por Gualtaminos
aunque gélida esté el agua
jamás verás un pingüino.
Cuando pases por Valverde
ve a la garganta Naval
y visita La Chorrera,
su gran “charco natural”.
Cerca de Talaveruela
encontramos La Covacha
donde mirlos tejen nidos
ninguno se deshilacha.
Aunque la llamen Río Moro
también es una garganta
y sus aguas son tan frías
que a la más valiente espanta.
La de Cuartos, conocida
por el puente que la cruza
de granito y con dos ojos
que parecen de lechuza.
Si de noche tú te encuentras
en la garganta Vadillo
puede ser que en ella escuches
el ulular de un autillo.
Un poquito más abajo
está a la que llaman La Muela
con gran cantidad de hongos,
repleta de “chantarela”.
Allá en lo alto, en la montaña
está la garganta Del Cristo
te cuento que allí hay desmanes
hace tiempo los he visto.
Muy cerca del Estecillo
brota un bello manantial:
la Jaranda, con sus nutrias,
que la hacen especial.
Si al pasar por Aldeanueva
no hay muchachas ni muchachos,
se estarán mojando el culo
en los charcos de los Guachos.
O puede que en San Gregorio
que está un poco más arriba,
su cauce con agua helada
hace que duela la barriga.
En la garganta de Cuacos
hay gambas con gabardina.
Esta yo no me la creo,
seguro que esto es mentira.
Ten cuidado en Pedro Chate
que aunque el Lago no sea el Nilo
dice la gente que ha visto
las huellas de un cocodrilo.
Cuentan que un día divisaron
en la garganta Mayor
una trucha con chancletas.
¿Esta te la crees? Yo no.
Creo que La Desesperá
se une con la de Tejeda,
con fresnos, sauces y juncos
que recorren su vereda.
Y ya para terminar
la que llaman Del Obispo
baja a gran velocidad
entre encinas y algún risco.
Ya conoces las gargantas
que serpentean por La Vera
entregando el agua al Tiétar
tras bajar por las laderas.
Romance de las gargantas de La Vera© 2024 de Francisco Javier Sánchez Alonso y Raquel Sánchez López tiene licencia CC BY-ND 4.0
Docentes: Montserrat Barragán Durán, María López Almodóvar, Lucía Morales Núñez, M. Teresa Herrero Pérez, F. Javier Sánchez Alonso, Raquel Sánchez López.