Evaluación del aprendizaje
El estudiante maestro selecciona, desarrolla, adapta, integra y utiliza técnicas e instrumentos para recoger información válida del aprendizaje de cada estudiante y analiza, interpreta comunica y usa la información recopilada de forma ética al evaluar y tomar decisiones justas respecto al aprendizaje y desarrollo continuo de cada estudiante y, para calificar el aprendizaje, así como para reflexionar sobre su práctica educativa y cómo mejorar la misma.
Presento un examen creado por mí, lo realicé como parte de los requisitos del curso Evaluación del Aprendizaje, durante el primer semestre del año académico 2019-2020.
Con esta evidencia demuestro que tengo dominio en la destreza de desarrollar instrumentos para evaluar el aprendizaje de los estudiantes, lo cual forma parte de esta competencia. Los aprendizajes significativos que obtuve al realizar este trabajo me permitieron fortalecer mi dominio de esta competencia. Entre estos aprendizajes significativos destacan los siguientes: la importancia de emplear distintas técnicas con el fin de recoger información válida del aprendizaje de cada estudiante, el papel fundamental que juega la recopilación de información por medio de la evaluación para tomar decisiones en el proceso de enseñanza y la utilidad que tiene esta información para mejorar la practica educativa.
Actualmente, nuestro sistema educativo se ha convertido uno que brinda más énfasis en evaluar y adjudicar simples calificaciones cuyo propósito es aprobar y promover al estudiante hacia el próximo nivel. ¿Es esto a lo que debemos aspirar como futuros maestros? Por el contrario, existen estrategias de avalúo que nos conducen por caminos alternativos. Estas estrategias de avalúo se enfocan en ese proceso continuo de recoger la mayor información posible del aprendizaje de los estudiantes en las aulas. Su principal objetivo es utilizar lo recopilado para tomar decisiones acerca del aprendizaje, la planificación y la eficacia de la enseñanza. Así, nos ofrecemos la oportunidad de diseñar y adaptar diferentes instrumentos de evaluación para garantizar el desarrollo continuo del estudiante, a la vez que reflexionamos sobre nuestra propia práctica.
Como evidencia presento una prueba y una rúbrica que desarrollé para un seminario que ofrecí sobre los Aspectos ético-legales y morales de la enfermería. Ambos documentos fueron entregados a los estudiantes que asistieron y los debían contestar una vez concluido el seminario. El propósito de la prueba era saber cuánto habían aprendido sobre lo que les expliqué. Por otro lado, la rúbrica tenía como objetivo recopilar lo que ellos pensaban acerca de la actividad y, además, proveerles un espacio para que hicieran sus recomendaciones. Estos instrumentos no solo me sirvieron para calificar el aprendizaje, sino también para reflexionar sobre mi práctica educativa y cómo mejorarla. Por lo tanto, afirmo que lo importante es lograr involucrar al estudiante en su proceso de aprendizaje. Así mismo, reconozco que debemos enfocarnos en proveernos el espacio necesario para mejorar, tanto el maestro como el estudiante.