Conocimiento del estudiante y del proceso de aprendizaje
El estudiante maestro demuestra conocimiento de las diversas maneras en las que se desarrollan y aprenden los estudiantes y organiza las actividades para atender a sus diversas necesidades así como sus intereses y talentos.
“Todos somos iguales”, hemos escuchado y repetido siempre; pero basta con mirarnos para darnos cuenta de que, en efecto, es una gran falacia. Por suerte somos diversos y nos definimos precisamente por esas cualidades distintas al otro. Así que, como maestros se presentan ante nosotros una gran diversidad de estudiantes, cada cual brillando por aquello que los hace diferentes; siendo nuestra responsabilidad no apagarlos nunca. Se trata de entender y ser conscientes de que todos tenemos diversas habilidades, intereses, necesidades y maneras de aprender. Por lo que un componente integral dentro del proceso educativo es conocer la diversidad de nuestros estudiantes. Como maestros debemos auscultar y observar constantemente para conocer con mayor profundidad a nuestros alumnos. Para de esta manera desarrollar estrategias, métodos, técnicas y actividades de enseñanza-aprendizaje dirigidas a atender sus características particulares. De esta manera se garantiza un proceso inclusivo, consciente y beneficioso para todos.
Teniendo este conocimiento, el primer día de clases de mi práctica docente les asigné a los estudiantes completar un documento en el cual me debían hablar sobre ellos. Fue titulado Mi Geografía, y consistía en tres partes. La primera: ¿Quién soy?, en ella les pregunté su nombre, edad, fecha de nacimiento y que nombraran su familia inmediata. La segunda giraba en torno al tema Mi historia geográfica, en esta me contaban sobre dónde nacieron, cuántas veces se han mudado, hacia dónde han viajado, cuál es lugar más lejos que han visitado, cuál ha sido la aventura más increíble que han vivido, y sobre sus preferencias de ambiente y estación del año favorita. La última tenía por título Yo… en general, en esta parte la discusión trataba sobre sus preferencias en cuanto a color, comida, música, película, actividades, momento del día y pasatiempos. También, debían reflexionar y mencionar en qué son buenos, en qué necesitan mejorar y cómo se visualizan en el futuro. Sin más, con la intención de demostrar mi dominio sobre esta competencia es que presento esta evidencia.
Mediante la actividad Mi geografía pretendí conocer más de cerca a los estudiantes, percibir sus intereses y entender su trasfondo. Este ejercicio me permitió adquirir conocimiento sobre quienes serían mis estudiantes, qué características poseían, qué contextos los acompañaban y cuál era su bagaje. Tener toda esta información me permitió centrarme y crear las rutas necesarias para llegar a cada uno de ellos durante el proceso de enseñanza. De igual manera, me brindó herramientas necesarias para organizar actividades atemperadas a sus diversidades. Además de brindarme la oportunidad de resaltar sus talentos y estimular sus intereses. Lo que, sin duda, guarda total pertinencia dentro del marco de esta competencia.