Historia del matrimonio

El matrimonio es una institución sociocultural prácticamente universal (documentada en la práctica totalidad de las sociedades humanas), aunque existe en cada lugar con formas muy diferentes y complejas.

Pese a las diferencias apreciables en cada una de sus modalidades, en todas partes el matrimonio organiza y regula jurídicamente el intercambio sexual y económico estable entre dos personas, define sus derechos y obligaciones mutuos, confiere estatus legal y social a sus descendientes dentro de la comunidad que ha sancionado esa unión, y vincula social y económicamente a las familias aportadoras de cada cónyuge.

El matrimonio se identifica con una de las coordenadas básicas de las leyes del parentesco: la de afinidad o alianza entre dos personas. Y se superpone a la otra coordenada, la de la filiación, que regula la ascendencia y la descendencia de cada persona nacida de una unión de afinidad o alianza.

Según el antropólogo norteamericano Marvin Harris, entre las eventuales funciones que cumple el matrimonio en la mayoría de las sociedades conocidas, pueden figurar las siguientes:

• Establecer el padre legal de los hijos de una mujer.

• Establecer la madre legal de los hijos de un hombre.

• Dar al esposo o a su familia extensa el control sobre los servicios sexuales de la esposa.

• Dar a la esposa o a su familia extensa el control sobre los servicios sexuales del esposo.

• Dar al esposo o a su familia extensa el control sobre la fuerza de trabajo de la esposa.

• Dar a la esposa o a su familia extensa el control sobre la fuerza de trabajo del esposo.

• Dar al esposo o a su familia extensa el control sobre la propiedad de la esposa.

• Dar a la esposa o a su familia extensa el control sobre la propiedad del esposo.

• Establecer un fondo común de propiedad en beneficio de los hijos.

• Establecer una relación socialmente significativa entre los grupos domésticos del esposo y de la esposa.

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