La madera es un material muy adaptable puesto que, debido a su multifuncionalidad, puede ser usada tanto como para la estructura
del edificio, como para la fachada. Gracias a que la madera se puede conseguir como material prefabricado, existe una ventaja para ensamblar una estructura con paneles modulares de fácil instalación y conexión, es por esto también que se comprimen diferentes tipos de madera, entre ellos la madera dura que se utiliza en lugares donde el clima es muy húmedo o donde existan cambios drásticos de temperatura. Por otro lado, tenemos la madera blanda que es utilizada para recubrimientos de interiores donde la finalidad es darle una estética elegante al lugar, haciéndolo hogareño y acogedor.
La producción de estructuras de madera mediante montaje convencional permite la optimización de piezas. El montaje vertical con columnas de madera proporciona un elemento más estable para soportar el peso del techo, mientras que la conexión horizontal y formación de la base de la cercha se realiza mediante vigas ensambladas individualmente, y la longitud de la estructura está separada por tirantes y determinada por la conexión.
Aunque uno pensaría que al utilizar la madera en las edificaciones seria contraproducente para el planeta puesto que se utiliza la deforestación como parte del proceso, la construcción en madera presenta múltiples beneficios en términos medioambientales. Entre ellos, destacan estos:
Es el único material de construcción renovable y reciclable. Si el bosque se gestiona de manera sustentable, los árboles pueden ser un recurso renovable. Además, la madera requiere también menor cantidad de energía para ser procesada.
2. Tiene capacidad de absorber carbono. La madera acumula grandes cantidades de CO2 y su industrialización genera emisiones de gases de efecto invernadero menor que otros materiales. Por ejemplo, producir una tonelada de madera genera 33 kilos de emisiones netas, frente a los 264 kilos del cemento y los 694 kilos del acero.
3. Produce menos desechos. El uso de la madera genera menos desechos y acelera los plazos de construcción.
4. Mayor eficiencia energética. La madera contribuye a la eficiencia energética por su capacidad de conducción del calor, lo que la convierte en un mejor aislante que otros materiales.
Como se analiza, la utilización de la madera procesada en el proceso de construcción, no solo suma valor al servir como absorbente activo de CO2, sino que también reduce significativamente las emisiones vinculadas al proceso industrial de construcción. Además, las estructuras de madera constituyen un modelo de construcción en madera muy sencillo, barato, sólido y sostenible ya que en este proceso disminuyen los costos y posibles emisiones por ser más eficiente en cuanto a consumo energético.
Además de contar con beneficios del material como su excelente aislamiento térmico y durabilidad de la pieza. Aunque es pertinente mencionar que claramente se necesitaría un manejo forestal mas cuidadoso y sostenible para hacer edificaciones de madera.
En las estructuras del Centro Comunitario en Pakistán, Yasmeen Lari ha optado por utilizar el bambú como principal material de construcción. A pesar de que el bambú no pertenece formalmente al grupo de las maderas, sino que es considerado una hierba, exhibe notables características comparables a las maderas tropicales. Esta elección se justifica por su condición como una planta extraordinaria que proporciona un material robusto, flexible, duradero y sostenible.
El bambú, al ser un material sostenible, destaca por su capacidad para absorber significativamente más dióxido de carbono que la madera de pino, convirtiéndolo en una opción respetuosa con el medio ambiente. Además, se distingue como una de las plantas de crecimiento más rápido a nivel mundial. Estas cualidades hacen del bambú un material de construcción prácticamente ideal, respaldado por su contribución al desarrollo sostenible y su impacto positivo en la reducción de la huella de carbono.