Las estructuras laminares pueden considerarse como la forma material tomada por envoltura de un volumen limitado por una superficie curva. Esto implica que el espesor será pequeño comparado con su área y la curvatura. No tienen que ser extremadamente delgadas o elásticas. Las estructuras laminares son pues superficies delgadas curvas de pequeño espesor, comparado con las dimensiones globales de la estructura, que resisten, por su forma, las cargas de peso propio y las cargas exteriores mediante esfuerzos normales de comprensión y/o tracción y tangenciales, uniformes en el espesor de la propia superficie.
Su eficiencia se debe a su curvatura y al alabeo, por lo que puede mejorar su comportamiento resistente con gran economía de sección, material y peso. Son las más eficientes desde el punto de vista estructural.
Las superficies pueden clasificarse en función de su curvatura:
· Simple curvatura: Cuando la curvatura en un dado punto es del mimo signo en todas las direcciones, excepto una de ellas (recta generatriz) en que vale 0.
· Doble curvatura: Sinclásticas, cuando la curvatura en un punto dado es el mismo signo en todas las direcciones; anticlásticas, cuando la curvatura en un punto es positiva en algunas direcciones y negativa en otras.
La estabilidad de las membranas se debe a su geometría y a las tensiones que desarrolla bajo la carga.
Dicho todo lo anterior, se puede educir que los centros comunitarios de Yasmeen Lari no posee como tal este concepto de sistema laminar, sin embargo, sus techos formados con bambú y cubiertos con paja tienen una características peculiar que pudiese conformar parte de tal sistema ya que tienden a conformarse con varias capas pero no quita el hecho de que sean delgadas, al igual que toda la estructura de la casa todos los muros que la conforman son del mismo grosor del bambú que es bien sabido que no es de gran magnitud.