Entendimiento: “Qué forma toma Dios para obrar cuando se hace carne, tiene un significado profundo. Aunque la obra de Dios no está de acuerdo con nuestras concepciones, debemos aprender a buscar Su voluntad. Debido a que Sus pensamientos son más altos que los pensamientos del hombre, no podemos ver la obra de Dios confiando en nuestra imaginación. Jesucristo dijo una vez: ‘Dios es espíritu, y los que le adoran deben adorarle en espíritu y en verdad’ (Juan 4:24). El Génesis también registra, ‘Creó, pues, Dios al hombre a imagen suya, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó’ (Génesis 1:27). De estos dos versículos, podemos ver que Dios creó al hombre y a la mujer a Su imagen y que no mencionaron que Él solo había creado al hombre y no a la mujer. Si definimos a Dios como varón. ¿No va en contra de estas palabras “Dios creó al hombre y a la mujer a Su imagen?” Puesto que Dios creó al hombre y a la mujer a Su imagen, Su encarnación puede ser un varón o una hembra, por lo que no podemos definir a Dios como varón. Si definimos a Dios en cierto género, eso es resistir a Dios y es considerado como blasfemar a Dios. Dios es un Espíritu, y no tiene forma ni amorfo. La gente no puede ver o tocar y ni puede diferenciarse Su sexo. No hay distinción entre masculino y femenino hasta que Dios se convierte en carne; de la misma forma, no podemos definir a Dios como hombre o mujer, porque Él puede realizar Su obra de redención como hombre y de la misma forma, Él puede también venir a completar Su obra y conquistar y salvar a la humanidad como una mujer. Pero independientemente de si se convierte en un hombre o en una mujer, Su obra es toda por el bien de la salvación del hombre. En cuanto a este aspecto de la verdad entenderemos más después de leer estos pasajes de la palabra de Dios”.
Dios Todopoderoso dice: *“Cada vez que Dios llegue a la tierra, cambiará Su nombre, Su género, Su imagen, y Su obra; Él no repite Su obra, y siempre es nuevo y nunca viejo. Cuando vino anteriormente, se le llamó Jesús; ¿se le podría seguir llamando Jesús cuando venga de nuevo esta vez? Cuando vino anteriormente, era un varón; ¿podría ser de nuevo un varón esta vez? Cuando vino durante la Era de la Gracia Su obra fue ser clavado en la cruz; ¿seguirá redimiendo a la humanidad del pecado cuando venga de nuevo esta vez? ¿Seguirá siendo clavado en una cruz? ¿No sería eso una repetición de Su obra? ¿No sabías que Dios es siempre nuevo y nunca viejo?” “Cada etapa de la obra realizada por Dios tiene un sentido real. Cuando Jesús llegó, era varón, y en este momento es mujer. A partir de esto, puedes ver que Dios creó al varón y a la mujer para Su obra y que con Él no hay distinción de género. Cuando Su Espíritu llega, Él puede adoptar cualquier carne a voluntad y esta lo representa. Sea varón o mujer, ambos representan a Dios mientras sean Su carne encarnada. Si Jesús hubiera aparecido como una mujer cuando vino, en otras palabras, si el Espíritu Santo hubiera concebido una niña, no un niño, esa etapa de la obra se habría completado de todas formas. Igualmente, si un varón tuviera que completar esta etapa de la obra, la misma se completaría también. La obra llevada a cabo en ambas etapas es significativa; ninguna de las dos obras se repite ni ellas entran en conflicto entre sí. En el momento de Su obra, a Jesús se le llamaba el único Hijo, lo que indica género masculino. ¿Por qué no se menciona, entonces, al único Hijo en esta etapa? Esto se debe a que las necesidades de la obra han exigido un cambio de género diferente al de Jesús. Con Dios no hay distinción de género. Su obra se realiza como Él desea y no está sujeta a ninguna restricción; es particularmente libre, pero cada etapa tiene un significado práctico. Dios se hizo carne dos veces, y sobra decir que Su encarnación en los últimos días es la última vez. Él ha venido a revelar todos Sus hechos. Si Él no se hubiera hecho carne en esta etapa para realizar personalmente una obra de la que el hombre fuera testigo, este tendría siempre la noción de que Dios es sólo varón, no mujer”. “Si Dios sólo se encarnó como varón, las personas lo definirían como tal, como el Dios de los hombres, y nunca creerían que es el Dios de las mujeres. Entonces, los hombres creerían que Dios es del mismo género que los hombres, que Él es la cabeza de los hombres; ¿y qué hay de las mujeres? Esto es injusto; ¿no es un trato preferencial? Si fuera el caso, todos aquellos a quienes Dios salvó serían hombres como Él, y no habría salvación para las mujeres. Cuando Dios creó a la humanidad, creó a Adán y a Eva. No sólo creó a Adán, sino que hizo tanto al varón como a la mujer a Su imagen. Dios no es sólo el Dios de los hombres, también lo es de las mujeres”.*
Entendimiento: “De la palabra de Dios podemos ver que cada etapa de la obra hecha por Dios tiene un significado real. Cuando Jesucristo llegó era varón y esta vez Él es hembra. De esto, podemos ver que Dios creó tanto a hombres como a mujeres para Su obra y con Él no hay distinción de género. Sin importar si Dios se encarna como varón o hembra, siempre y cuando Él sea realmente la carne vestida por el Espíritu de Dios, esta carne es Cristo y Su esencia es todavía el mismo Dios. Si Dios se encarnó sólo como un hombre, lo definiríamos a Él como hombre, como el Dios de los hombres y nunca creeríamos que Él pueda ser el Dios de las mujeres. Dios se hace carne como una mujer en el tiempo final es oponernos a nuestras concepciones y eliminar nuestras antiguas creencias erróneas en Dios, haciéndonos saber que Dios no es sólo el Dios de los hombres, Él es también el Dios de las mujeres y que Dios no sólo salva a los hombres, sino que también salva a las mujeres. De esto podemos ver que Dios se hace carne como una hembra en el tiempo final, lo que es muy significativo.