DOCENCIA PSICOPATOLOGÍA - FENOMENOLOGÍA
Aula docente de Trauma Servet 3ª planta, 8:30 hrs
DÍA 30 noviembre, miércoles, 2022,
( Jitsi Meet "alegria y melancolía " )
Miedo, temor, ansia, anticipación, pánico, disolución, ahogo, rubor,
canguelo, parálisis, represión, empequeñecimiento,
preocupación, apocamiento, cobardía, expectación, acojono,
aprensión, pánico, ahogo, desmayo, duda, obsesión,
fijación, inseguridad, fobia, convulsión, obsesión, hipocondría, dolor, anestesia, pavor
retención, bloqueo, nausea, sofoco, sudoración, rubor, fuga, evasión
mareo, aflicción, huida, retención, inhibición, impulsión, retención, timidez, zozobra, introversión, evasión, represión, fatiga, agitación, arrebato, enfado, ahogo, rigidez, apocamiento, osadía, sumisión, frustración,...
EL MIEDO, el temor, la aprehensión, la fobia,...
" He who is desirous, is also fearful, and he who lives in fear can never be free" (de R. Burton, "Anatomia de la melancolia")
-Historia de la nosología de las fobias.
- Clínica de Neurosis fóbica. Formas clínicas de presentación y listado de fobias específicas.
-Psicopatología clásica de las obsesiones y fobias: Emmanuel Regis.
2) "Juan sin miedo" Hermanos Grimm. A qué tenía miedo Juan, que le hizo temblar? .
3) poética del miedo: poemas de Pizarnik, Pablo Neruda, Raymond Carver y Laura Sam.
Libros:
MIEDO Y DESESPERACION.
Poética de la desesperación, depresión y melancolía.
Desesperación
De desesperar.
1. f. Pérdida total de la esperanza.
2. f. Alteración extrema del ánimo causada por cólera, despecho o enojo.
3. f. Persona o cosa que provoca desesperación.
angustia, miedo, inquietud, desespero, exasperación, impaciencia, enojo, pesimismo, fatalidad, temor y pesimismo, desesperanza.
Aportación de Laín Antralgo a la Inquietud y la incertidumbre del ser:
La desesperación en la vida del hombre.
la incertidumbre y la inquietud son parte ineludible de la realidad psicológica de la esperanza. Respecto de su felicidad y su plenitud, el hombre no puede estar seguro; y esta inexorable inseguridad suya tiene un aspecto intelectual, la incertidumbre, y un aspecto afectivo, la inquietud.
Como Zubiri nos ha hecho ver, la inquietado agustiniana tiene una radical consistencia metafísica, y por modo constitutivo atañe a la realidad y al ser del hombre.
Determinación metafísica de nuestra realidad: La “inquietud” , lleva consigo la pregunta “¿qué va a ser de mí?”— la “inquietud” pertenece a mi ser, yo no puedo dejar de estar “inquieto por”.
Cinco me parecen ser, _según Lain Antralgo _ las principales inquietudes humanas:
1.° Mi inquietud respecto de si es real y verdaderamente preferible lo que yo en cada caso prefiero. Mi acto de preferencia, ¿cometerá un pecado de ligereza, será una veleidad? De mi conducta: “video meliora proboque, deteriora sequor”: Veo lo mejor y lo apruebo, pero sigo lo peor. (Ovidio (43 a.C. – 17 d.C.) pone en boca de Medea (Metamorphosis VII) ) Es la inquietud del error.
2.° Mi inquietud respecto de mi suerte en la consecución de lo preferido, aunque yo haya optado por lo que objetiva y razonablemente era o parecía ser lo mejor. ¿Cuál será el destino final de los proyectos en que deben concretarse mis esperanzas? Es la inquietud del fracaso.
3.° Mi inquietud respecto de si yo —la persona a que en este momento llamo “yo”— seguiré siendo el yo que ahora soy cuando llegue a realizarse lo por mí proyectado. El riesgo de la enfermedad somática incurable y de la alienación mental, ¿deja de amenazar al hombre en algún momento? Es la inquietud de la muerte biográfica
4.° Mi inquietud respecto de sí yo seguiré viendo o ya no viviré cuando lo que ahora proyecto llegue a cumplirse. Vivir es, por lo pronto, poder morir en cualquier instante. Es la inquietud de la muerte biológica.
5º Mi inquietud respecto de si yo seguiré siendo allende mí muerte, o quedaré con ella reducido a “nada”. Ser por modo contingente —tal es el caso del hombre— es poder dejar de ser en cualquier momento. Es la inquietud de la aniquilación; si se quiere, la inquietud de la muerte metafísica.
La desesperación
José de Espronceda. (Badajoz, 1808 - Madrid, 1842)
Me gusta ver el cielo
con negros nubarrones
y oír los aquilones
horrísonos bramar,
me gusta ver la noche
sin luna y sin estrellas,
y sólo las centellas
la tierra iluminar.
Me agrada un cementerio
de muertos bien relleno,
manando sangre y cieno
que impida el respirar,
y allí un sepulturero
de tétrica mirada
con mano despiadada
los cráneos machacar.
Me alegra ver la bomba
caer mansa del cielo,
e inmóvil en el suelo,
sin mecha al parecer,
y luego embravecida
que estalla y que se agita
y rayos mil vomita
y muertos por doquier.
Que el trueno me despierte
con su ronco estampido,
y al mundo adormecido
le haga estremecer,
que rayos cada instante
caigan sobre él sin cuento,
que se hunda el firmamento
me agrada mucho ver.
La llama de un incendio
que corra devorando
y muertos apilando
quisiera yo encender;
tostarse allí un anciano,
volverse todo tea,
y oír como chirrea
¡qué gusto!, ¡qué placer!
Me gusta una campiña
de nieve tapizada,
de flores despojada,
sin fruto, sin verdor,
ni pájaros que canten,
ni sol haya que alumbre
y sólo se vislumbre
la muerte en derredor.
Allá, en sombrío monte,
solar desmantelado,
me place en sumo grado
la luna al reflejar,
moverse las veletas
con áspero chirrido
igual al alarido
que anuncia el expirar.
Me gusta que al Averno
lleven a los mortales
y allí todos los males
les hagan padecer;
les abran las entrañas,
les rasguen los tendones,
rompan los corazones
sin de ayer caso hacer.
Insólita avenida
que inunda fértil vega,
de cumbre en cumbre llega,
y arrasa por doquier;
se lleva los ganados
y las vides sin pausa,
y estragos miles causa,
¡qué gusto!, ¡qué placer!
Las voces y las risas,
el juego, las botellas,
en torno de las bellas
alegres apurar;
y en sus lascivas bocas,
con voluptuoso halago,
un beso a cada trago
alegres estampar.
Romper después las copas,
los platos, las barajas,
y abiertas las navajas,
buscando el corazón;
oír luego los brindis
mezclados con quejidos
que lanzan los heridos
en llanto y confusión.
Me alegra oír al uno
pedir a voces vino,
mientras que su vecino
se cae en un rincón;
y que otros ya borrachos,
en trino desusado,
cantan al dios vendado
impúdica canción.
Me agradan las queridas
tendidas en los lechos,
sin chales en los pechos
y flojo el cinturón,
mostrando sus encantos,
sin orden el cabello,
al aire el muslo bello...
¡Qué gozo!, ¡qué ilusión!
LA CANCIÓN DESESPERADA. Pablo Neruda.
EMERGE tu recuerdo de la noche en que estoy.
El río anuda al mar su lamento obstinado.
Abandonado como los muelles en el alba.
¡Es la hora de partir, oh abandonado!
Sobre mi corazón llueven frías corolas.
¡Oh sentina de escombros, feroz cueva de náufragos!
En ti se acumularon las guerras y los vuelos.
De ti alzaron las alas los pájaros del canto.
Todo te lo tragaste, como la lejanía.
Como el mar, como el tiempo. Todo en ti fue
naufragio!
Era la alegre hora del asalto y el beso.
La hora del estupor que ardía como un faro.
Ansiedad de piloto, furia de buzo ciego,
turbia embriaguez de amor, todo en ti fue naufragio!
En la infancia de niebla mi alma alada y herida.
¡Descubridor perdido, todo en ti fue naufragio!
Te ceñiste al dolor, te agarraste al deseo.
Te tumbó la tristeza, ¡todo en ti fue naufragio!
Hice retroceder la muralla de sombra,
anduve más allá del deseo y del acto.
Oh carne, carne mía, mujer que amé y perdí,
a ti en esta hora húmeda, evoco y hago canto.
Como un vaso albergaste la infinita ternura,
y el infinito olvido te trizó como a un vaso.
Era la negra, negra soledad de las islas,
y allí, mujer de amor, me acogieron tus brazos.
Era la sed y el hambre, y tú fuiste la fruta.
Era el duelo y las ruinas, y tú fuiste el milagro.
Ah mujer, no sé cómo pudiste contenerme
en la tierra de tu alma, y en la cruz de tus brazos!
Mi deseo de ti fue el más terrible y corto,
el más revuelto y ebrio, el más tirante y ávido.
Cementerio de besos, aún hay fuego en tus tumbas,
aún los racimos arden picoteados de pájaros.
Oh la boca mordida, oh los besados miembros,
oh los hambrientos dientes, oh los cuerpos trenzados.
Oh la cópula loca de esperanza y esfuerzo
en que nos anudamos y nos desesperamos.
Y la ternura, leve como el agua y la harina.
Y la palabra apenas comenzada en los labios.
Ése fue mi destino y en él viajó mi anhelo,
y en él cayó mi anhelo, todo en ti fue naufragio!
Oh sentina de escombros, en ti todo caía,
qué dolor no exprimiste, qué olas no te ahogaron.
De tumbo en tumbo aún llameaste y cantaste
de pie como un marino en la proa de un barco.
Aún floreciste en cantos, aún rompiste en corrientes.
Oh sentina de escombros, pozo abierto y amargo.
Pálido buzo ciego, desventurado hondero,
descubridor perdido, todo en ti fue naufragio!
Es la hora de partir, la dura y fría hora
que la noche sujeta a todo horario.
El cinturón ruidoso del mar ciñe la costa.
Surgen frías estrellas, emigran negros pájaros.
Abandonado como los muelles en el alba.
Sólo la sombra trémula se retuerce en mis manos.
Ah más allá de todo. Ah más allá de todo.
Es la hora de partir. Oh abandonado !
DOCENCIA PSICOPATOLOGÍA - FENOMENOLOGÍA de las emociones (6)
Aula docente de Trauma Servet 3ª planta, 8:30 hrs
DÍA 28 diciembre miércoles, 2022, “éxtasis”
El 30 de noviembre exploramos EL MIEDO, el temor, la aprensión, las fobias.. "Le courage croît en osant, et la peur en hésitant". Publilius Syrus
( Jitsi Meet "alegria y melancolía " )
éxtasis
Del lat. tardío ex[s]tăsis, y este del gr. ἔκστασις ékstasis.
1. m. Estado placentero de exaltación emocional y admirativa. Contemplaba en éxtasis aquel cuadro.
2. m. Rel. Estado del alma caracterizado por cierta unión mística con Dios mediante la contemplación y el amor, y por la suspensión de los sentidos.
3. m. Droga sintética que produce efectos alucinógenos y afrodisíacos. (MDMA),
Ecstasy. Oxford Classical Dictionary H. S. Versnel
Extract
In classical Greek the term ἔκστασις may refer to any situation in which (part of) the mind or body is removed from its normal place or function. It is used for bodily displacements, but also for abnormal conditions of the mind such as madness, unconsciousness, or ‘being beside oneself’. In the Hellenistic and later periods the notion is influenced by the Platonic concept of ‘divine madness’, a state of inspired possession distinct from lower forms of madness and as such providing insights into objective truth. Ekstasis now acquires the notion of a state of trance in which the soul, leaving the body, sees visions (Acts 10: 10; 22: 17). In later, especially Neoplatonist theory (Plotinus, Porphyry), ekstasis is the central condition for escape from restraints of either a bodily or a rational-intellectual nature and thus becomes the gateway to the union with the god (unio mystica); see dionysus.
Descripción de fenómenos de éxtasis. fenomenología
Desde la NEUROLOGIA.
Epilepsia extática, orgásmica y musicogénica. Síndrome de Stendal, autoscopias ...
Neurología del éxtasis y fenómenos aledaños: epilepsia extática, orgásmica y musicogénica. Síndrome de Stendhal. Fenómenos autoscópicos
M. Arias Serv de Neurología, Univ, Santiago de Compostela, España
Neurologia. Vol. 34. Núm. 1. páginas 55-61 (2019)
ver:_ PSICOPATOLOGÍA Y FENOMENOLOGÍA DE LAS EMOCIONES: ÉXTASIS.
1) EXPERIENCIAS MISTICAS Y FENÓMENOS DE EXTASIS.
La transverberación de Santa Teresa. Pintado por Josefa de Óbidos en 1672. Óleo
2) Experiencias de éxtasis místico en las Teofanías: (De θεός (theós, Dios) y φαίνω (phainō), aparecer).
3) Fenómenos de éxtasis en psicosis endógenas, tipo Teomanías y Demonomanías. En: LOS DELIRIOS MÍSTICOS Y RELIGIOSOS. (link)
4) Fenómenos de éxtasis en estado de manía del trastorno bipolar.
-"Conversaciones bipolares". J.L. Día.-
Yo era el taxista, la prostituta, era Jesucristo, era dios mismo. Arrodillado, recibí el espíritu santo, en forma de fuego, ardor en mi corazón, lloraba de alegría y éxtasis. Todo estaba en mí, yo era un todo, fundido con el todo. Dejé de hablar, mudo, en silencio, conversaba con mi mente con el mundo.
5) Éxtasis en la mitología clásica y en la filosofía Éxtasis dionisiaco:
6) Fenómenos de éxtasis ante la contemplación de la belleza, las artes y la poética. Síndrome de Stendhal.
7) éxtasis e histeria. Dali y El fenómeno del éxtasis,
Augustine fotografiada por Regnard, en la publicación médica "Iconographie Photographique de la Salpetriere" (1876-80).
8) Fenómenos de éxtasis en la embriaguez y su expresión literaria, poética.
9) Otras expresiones del éxtasis en la literatura y la locura poética.
10) El éxtasis también puede darse en la melancolía poética, en el disfrute de la maldad
Dr Día Sahun, Chusé. Tutor mir psiquiatría.
jldiasahun@gmail.com