Charles Baudelaire
CXIII La fuente de sangre

A veces me parece que fluyese mi sangre

lo mismo que una fuente con rítmicos sollozos.

Yo la escucho correr en un largo murmullo,

más en vano me tiento para encontrar la herida.


Por la ciudad, lo mismo que en un campo cerrado,

camina, transformando adoquines en islas,

apagando la sed de todas las criaturas,

Y tiñendo de rojo a la naturaleza.


Les he pedido a veces a los vinos capciosos

que el terror que me mina por un día adormezcan;

¡El vino aclara el ojo, y afina los oídos!


Un sueño olvidadizo busqué yo en el amor;

¡mas éste es para mí sólo un colchón de agujas

hecho para que beban estas crueles muchachas.


Charles Baudelaire en Las flores del mal de Les Fleurs du Mal, París [1857]

Trad. Alain Verjat y Luis Martinez de Merlo