Marina Tsvietáieva

Me gusta que no estás loco por mí...

Me gusta que no estás loco por mí.

Me gusta que no estoy loca por ti.

Y que el pesado globo terráqueo

no se derrumbe bajo nuestros pies.

Me gusta que podamos ser divertidos

-licenciosos- sin jugar con las palabras,

sin sonrojarnos con esta ola sofocante

al rozar ligeramente nuestras mangas.

 

Me gusta además que estando frente a mí,

abraces tranquilamente a otra,

sin importarte que yo arda en el fuego

del infierno, por no besarme contigo.

Y que no pronuncies mi dulce nombre

en vano, cariño, ni de día ni de noche…

Y que nunca en el silencio de una iglesia

sonará para nosotros la marcha nupcial.

 

Te doy las gracias con el corazón en la mano:

Por amarme tanto -sin saberlo tú siquiera-.

Por la quietud de mis noches en calma.

Por lo escaso de nuestros encuentros.

Por los paseos que no -bajo la luna-.

Por el sol que nunca -sobre nuestras cabezas-.

Por no estar loco -¡ay!- por mí.

Por no estar loca -¡ay!- por ti.



Marina Tsvietáieva 

Trad. Valeria Guzmán Pérez