Cómo ahorrar dinero en la climatización de grandes espacios

Hoy en día lidiamos con problemas globales de dimensiones enormes que tienen incidencia directa en nuestro diario accionar. Por un lado, el creciente aumento del costo de la energía incide en las actividades económicas y en nuestra vida personal.

Por otro, el problema ecológico central de nuestra era, el cambio climático, debido al calentamiento creciente de la atmósfera terrestre, amenaza nuestra existencia. El clima se trastoca, sufrimos veranos más cálidos de lo habitual y olas de frío poco usuales.

Todo esto hace que el antiguo problema de protegernos del clima, esté hoy en el centro de nuestras preocupaciones. Afortunadamente, el avance científico-tecnológico nos proporciona toda una gama de conocimientos y sistemas técnicos para climatizar nuestros espacios de vida y trabajo.

El objetivo de climatizar una determinada área se hace más complejo cuando hablamos de grandes espacios. Pensemos, por ejemplo, en naves industriales, espacios de recreación cerrados, centros de estudio, instalaciones de servicios de salud o muchos otros.

El reto actual es lograr un control adecuado de la temperatura interna, al tiempo que ahorramos energía y, por tanto, dinero.

Alcanzar este objetivo implica la aplicación de una serie de medidas que abarcan desde las condiciones físicas del espacio, pasando por la instalación de los equipos de climatización adecuados, hasta el manejo correcto de los mismos.

Hacerlo de la mejor forma posible puede representar un ahorro en gastos de energía entre 30 y 40%, lo que no es nada desdeñable en cualquier esquema financiero. Por tanto, veamos en detalle qué debes tomar en cuenta para ahorrar dinero en la climatización de grandes espacios.

Acondicionamiento de la infraestructura

No tiene sentido adquirir los más eficientes aparatos acondicionadores de aire, si el espacio a climatizar no tiene el adecuado aislamiento térmico.

Si hay espacios abiertos al exterior o ventanales no adecuadamente aislados, el equipo de aire acondicionado o la calefacción, gastará energía extra tratando de mantener la temperatura deseada.

Por tanto, lo primero es asegurarse de que no existan rendijas o espacios abiertos hacia afuera en el local que se desea climatizar. De igual forma, las ventanas deben poseer doble acristalado, para mantener el calor en invierno, y sistema de persianas o cortinas para evitar la incidencia de la radiación solar en verano.

Así mismo, en locales comerciales, plantas industriales o cualquier espacio grande en el que hay flujo constante de personal, es conveniente instalar puertas automáticas. Estas reducen el tiempo en que las entradas y salidas permanecen abiertas, permitiendo mantener la temperatura del área.

Los equipos adecuados

Una vez te has asegurado de acondicionar adecuadamente el área, la próxima tarea es elegir el sistema de climatización adecuado.

Si se trata de bajar la temperatura, esto implica, establecer que potencia se requiere para climatizar dicha área, lo cual está en función del tamaño y características estructurales del espacio, de la cantidad de máquinas eléctricas generadoras de calor presentes en el mismo y de la cantidad de personas, en promedio, que habitarán allí regularmente.

Para ello existe una fórmula general que permite establecer la cantidad de frigorías requeridas, que es la unidad de enfriamiento de los aires acondicionados. Existen fórmulas específicas según el tipo de local, ya que, sus requerimientos de enfriamiento varían según el área acristalada existente y el tipo de material presente en la construcción.

La cantidad de personas incide en el calor generado y, por tanto, en la energía requerida para aclimatar, siendo de 150 frigorías en promedio por persona. Mientras que el calor generado por las máquinas eléctricas presentes se establece a partir de los WATTS de consumo de cada una.

Por otra parte, si se trata de calcular los requerimientos de calefacción, existen fórmulas similares, que, igualmente, toman en cuenta el espacio a calentar y el aislamiento del local, pero, incorporan otros factores, como la orientación del local en relación con la incidencia del sol y la zona climática donde está ubicado.

La eficiencia

Una vez establecida la potencia requerida, debes decidir el tipo de sistema de climatización más eficiente. En este sentido, lo mejor es utilizar sistemas de climatización integrales que empleen equipos de eficiencia energética de calificación A o superior, especialmente aquellos que incorporan el modo ECO, que incrementa la eficiencia hasta en un 30%.

Tal como señala el periódico on line NoroesteMadrid, en entornos semiindustriales, lo ideal son los sistemas VRV o de Volumen de Refrigerante Variable, capaces de adaptarse de forma automática al nivel de temperatura requerido.

Se trata de sistemas de aire acondicionado Multisplit, donde puedes combinar hasta 9 consolas interiores, controladas de forma independiente, y vinculadas a un único compresor exterior de gran capacidad. Estos sistemas facilitan el mantenimiento e incrementan la eficiencia energética, proporcionando tanto refrigeración, como calefacción.

Son particularmente eficientes los sistemas basados en la tecnología de bomba de calor, la cual captura la energía calórica del aire y se emplea para la calefacción interior en invierno. En tanto que en verano, el sistema utiliza el calor del aire de la propia vivienda para enfriar el aire en el sistema. Además, este sistema aerotérmico contribuye a reducir las emisiones de CO₂ a la atmósfera.

Ahora bien, si se trata de espacios industriales de gran envergadura, lo mejor son los sistemas integrales basados en la tecnología VRF o de expansión directa, basados en aerotermia y tecnología inverter. En estos sistemas la acción de un componente llamado evaporadora, cambia el calor directamente con un refrigerante.

Mantener la temperatura adecuada

Debes tener en cuenta que, según los especialistas, por cada grado Celsius que bajes la temperatura en el aire acondicionado, el consumo de energía se incrementa en alrededor del 7%, con el consiguiente impacto en la factura.

Por lo tanto, es muy importante mantener la temperatura en el rango adecuado, logrando un equilibrio aceptable entre confort térmico y consumo energético. En este sentido, la temperatura ideal se enmarca entre los 20 y los 25 °C,

Si es en invierno y se trata de un equipo basado en tecnología de bomba de calor, la temperatura no debería ser superior a los 22 °C para garantizar un consumo equilibrado de energía.

Mantenimiento periódico del sistema

Este es un punto clave para la eficiencia energética de los equipos de climatización, ya que, por más eficientes que sean de fábrica, sin el mantenimiento adecuado, esa eficiencia se reduce significativamente.

Especialmente, si el sistema de filtros está sucio, el aparato se ve obligado a usar más energía de lo normal para hacer circular el aire por el sistema.

De aquí la importancia de realizar la limpieza y mantenimiento general de tus equipos de climatización de forma regular y por parte de técnicos especializados. Ahorrar dinero dejando de hacer el mantenimiento o espaciándolo más de lo prudente, es la peor elección económica que puedes hacer.

Fuentes alternativas de energía

Finalmente, una alternativa que contribuye decididamente a reducir el impacto ambiental e incrementa el ahorro en dinero, es el uso de fuentes alternativas de energía.

De tal forma que puedes incorporar un sistema de energía solar que supla total o parcialmente tus necesidades de energía para el sistema de climatización. Claro que la inversión inicial será relativamente alta, pero, a la larga, el ahorro en la factura de energía eléctrica lo compensa con creces.

Dependiendo de la zona climática, la orientación geográfica y de las características estructurales del local a climatizar, la instalación de placas solares puede ser una muy buena opción.