Los sistemas económicos a nivel mundial han transformado las poblaciones en grandes metrópolis que centran gran parte de la sociedad actual. Esto ha generado una necesidad de innovación en los medios de transporte para comunicar a los ciudadanos y mercancías en diferentes puntos geográficos, haciendo posible una vida colectiva en masa, donde todo fluya acompañado de los medios tecnológicos para propiciar una estabilidad en los imaginarios de estados.
El transporte es un proceso tecnológico, económico y social que tiene la función de trasladar en el espacio a personas o bienes, o sea, para llevar satisfactores a necesidades distantes o viceversa para vencer las barreras de tiempo y espacio, de tal forma que se conserven ciertas propiedades cualitativas de ambos. (Muñoz de Luna, 1976)