Miami es una ciudad-puerto ubicada en el sureste de Florida, Estados Unidos, alrededor del río Miami, entre los Everglades y el océano Atlántico. Se pronuncia /miámi/ en español y el gentilicio es miamense; sin embargo, en español de América mayoritariamente se pronuncia /maiámi/ o /mayami/ por influencia del inglés.
Es la sede del condado de Miami-Dade, y por tanto, la principal, más céntrica y más poblada ciudad del Área Metropolitana de Miami. Fue fundada el 28 de julio de 1896 y según el censo de 2014 cuenta con una población de 417.650; su área metropolitana engloba a más de 5,4 millones de habitantes, lo que la convierte en la séptima más grande de los Estados Unidos.
Es considerada una ciudad global de importancia en las finanzas, el comercio, los medios de comunicación, entretenimiento, artes y comercio internacional. Es sede de numerosas oficinas centrales de compañías, bancos y estudios de televisión. Es, también, centro internacional del entretenimiento popular en televisión, música, moda, cine y artes escénicas. El puerto de Miami es considerado el puerto que alberga un gran volumen de cruceros del mundo y es sede, también, de varias compañías de líneas de cruceros. Además, la ciudad tiene la mayor concentración de bancos internacionales en todos los Estados Unidos de América.
En 2008, fue galardonada con el título «Ciudad más limpia de Estados Unidos» por la revista Forbes por su año trabajando por la calidad del aire, grandes espacios verdes, sus limpias aguas potables y calles, y diversos programas de reciclaje. En ese mismo año, Miami se situó como la tercera ciudad estadounidense más rica y la vigésimo segunda del mundo, según un estudio de UBS AG.
La mayoría de sus habitantes de origen latino, los cuales se concentran fundamentalmente en barrios como el de Little Havana (Pequeña Habana), residencia de los cubanos en Miami; Pequeña Haití, donde se ubican los haitianos, Doral (conocida como Doralzuela, por su concentración de venezolanos); Kendall, también llamada la Pequeña Colombia, por su enorme número de residentes de origen colombiano, Allapattah (o la Pequeña Santo Domingo), en donde residen los dominicanos, Wynwood (Little San Juan, por su inmensa comunidad de puertorriqueños) y Sweetwater (Little Managua, por los nicaragüenses).
Estado de Florida
Antes de su fundación, el área conocida hoy como bahía Vizcaína estaba habitada por etnias autóctonas. Cuando llegó el español Juan Ponce de León al área que actualmente corresponde a Miami, se encontró con una deslumbrante variedad de indígenas. En 1567, con Pedro Menéndez de Avilés, se consolida la presencia española en la región; sobre un asentamiento de los tequesta, los españoles crearon la misión de Tegesta obra del jesuita Francisco Villareal, que se ubicaba en la desembocadura del río Miami. Sin embargo, tras las sucesivas guerras, el territorio fue abandonado por los españoles. La Florida se mantuvo bajo dominio español durante tres siglos —excepto el paréntesis inglés de 1767 a 1787— hasta su cesión forzada a Estados Unidos, en 1821.
En 1891, una viuda acaudalada llamada Julia Tuttle se mudó a la Florida y compró 640 acres de tierra en la orilla septentrional del río Miami. Tiempo después, Tuttle convenció al acaudalado constructor de ferrocarriles Henry Flagler para que extendiera la línea del ferrocarril hasta Miami, para construir un lujoso hotel y para levantar un nuevo poblado. El resultado fue la fundación de la ciudad, en 1896. Como consecuencia de estos acontecimientos, miles de personas llegaron a Florida. Ya por entonces, en los inicios de la ciudad, la población era diversa; personas de distintas culturas, de distintas partes del mundo, llegaron a la nueva ciudad: el primer alcalde de Miami fue un católico irlandés, algunos de los primeros comerciantes eran judíos y los afroamericanos y bahameños negros constituían un tercio de los nuevos miembros de la ciudad.
El crecimiento urbano parecía imparable en los años 1920, cuando los precios inmobiliarios en algunos casos se cuadruplicaron en cuestión de cinco años. La especulación del suelo fue frenada por el destructivo huracán de 1926 que, además de matar a más de 200 personas dejó al menos 25.000 personas sin vivienda y causó daños por valor de varios millones de dólares; esto llevó a Miami a una profunda depresión económica tres años antes que el resto del país. Sin embargo no permaneció mal por mucho tiempo y consiguió salir de la depresión de 1929 antes que el resto de la nación, en parte gracias a la industria de la aviación. Durante la depresión, la Pan American Airways inició la era moderna de la aviación con los Flying Clippers de Miami Dinner Key.
Durante la Segunda Guerra Mundial, la ciudad fue un importante centro de entrenamiento y concentración de tropas, especialmente en Miami Beach. Muchos hombres y mujeres que se entrenaron durante la guerra regresaron al sur de Florida generando un nuevo período de gran crecimiento.
Juan Ponce de León
Miami Avenue en 1896
Cuando la Revolución Cubana tomó el poder en 1959, la historia de Miami tuvo un giro inesperado: en sólo una década, más de 400.000 cubanos llegaron a Miami. El primer éxodo de cubanos fue en su mayoría de familias de clase media y alta durante la presidencia de Fulgencio Batista que era apoyada por Estados Unidos y que tras la Revolución Cubana perdieron todos sus privilegios, esto ocasionó el descontento de algunos habitantes de Miami especialmente de la comunidad afroamericana, que reclamó que los cubanos estaban ocupando puestos de trabajo que eran de afroamericanos. Además el sistema educativo tuvo que hacer un esfuerzo desmedido para educar a miles de niños hispanohablantes. Los cientos de miles de cubanos recién llegados se establecieron por todo el condado pero especialmente en la zona de Riverside, que luego pasó a llamarse Pequeña Habana, una zona en la cual hispanoparlantes de toda la ciudad podían dirigir sus negocios y su vida cotidiana hablando tan solo español.
1980 fue un año intenso para la ciudad debido a los disturbios conocidos como Liberty City Riots, que se produjeron debido a un hecho de abuso de la autoridad por parte de oficiales de la policía hacia un afroamericano llamado Arthur McDuffie. Ese año se produjo la segunda oleada de inmigrantes, Éxodo del Mariel en el cual 150.000 cubanos llegaron a Miami; este grupo se diferenciaba de la primera oleada de inmigrantes por ser (en su mayoría) pobres, de bajo nivel cultural y se estima que 25.000 tenían antecedentes criminales en Cuba. También en 1980 la ciudad presenció un incremento de inmigrantes haitianos, que se instalaron en una zona que luego se conoció como Pequeño Haití. Todo este flujo migratorio que ingresó a Miami incrementó la violencia y el crimen llevando la tasa de homicidios a niveles históricos en la década de los 80. Este periodo de violencia es conocido como la guerra de la cocaína (The Cocaine War), en la que bandas de colombianos se enfrentaban a bandas de cubanos (nombrados en aquel entonces como los Cocaine Cowboys) que trabajaban para narcotraficantes de alto calibre. En mayo de 1980, la absolución de varios policías responsables de la muerte de un veterano afroamericano provocó disturbios : 18 personas murieron y muchas resultaron heridas. Mientras tanto, conflictos políticos en Centroamérica y Sudamérica generaron olas de migración de muchos otros países. En el citado censo del año 2000, un 65,8 % de los habitantes de la ciudad fueron clasificados como «hispanos», llegando a alcanzar un 90,8 % en áreas como la Pequeña Habana.
El clima de Miami es clima tropical, con veranos calurosos y húmedos, e inviernos templados y secos. La ciudad experimenta frentes fríos a partir de noviembre hasta marzo, que ocasionan temperaturas de frescas a frías que no suelen mantenerse por más de 3 o 4 días. En el transcurso del invierno pueden darse unos días con temperaturas mínimas heladas (alrededor de 0 °C/32 °F).
La mayor parte de las precipitaciones ocurren en verano y generalmente hay una estación seca en invierno. La estación húmeda prevalece de mayo a septiembre y en la seca ocurren temperaturas suaves y en ella tiene lugar las débiles precipitaciones invernales. La temporada de huracanes suele coincidir con la estación húmeda.
Además de su elevación sobre el nivel del mar, su localización costera y posición sobre el trópico de Cáncer hace que el clima sea bastante moderado a lo largo de todo el año. Un día típico de verano comprende temperaturas entre 25 °C y 32 °C, pero raras veces superando los 35 °C. Las suaves temperaturas son acompañadas por niveles de humedad regulares, siendo, a menudo, frecuentes las tormentas por la tarde o las brisas del mar que proporciona el océano Atlántico, que refrescan las temperaturas aunque con una sensación de cierto bochorno. Durante el invierno, la humedad es sensiblemente más baja, las temperaturas mínimas medias durante ese tiempo son suaves, de unos 15 °C, siendo muy difícil que se sitúen por debajo de los 10 °C, y las máximas suelen ser templadas, de 23 a 26 °C.
En Miami, la temperatura más alta registrada ha sido de 38 °C. Por su parte, la temperatura más baja registrada fue de −2 °C (27 °F), y en tan sólo una ocasión se ha producido precipitación nival, una nevisca (nevada ligera) el 19 de enero de 1977 en la que la nieve no cuajó (no hubo acumulación). Pese a estos datos, los registros climatológicos de Miami y su área periférica han sufrido muchas interrupciones desde 1839 hasta 1900. El lugar donde se realizan las mediciones de temperaturas y precipitaciones se encuentra localizado en el centro de la ciudad desde diciembre de 1900. Una oficina del Servicio Meteorológico Nacional fue abierta en Miami en junio de 1911.
Miami recibe abundantes niveles de precipitación. La mayor parte de esa precipitación se desarrolla a partir de mediados de mayo hasta principios de octubre. Exactamente registra 1488 mm de lluvias, mientras que cerca de Fort Lauderdale y Miami Beach se recogen 1621 mm y 1227 mm respectivamente, que muestra la alta variabilidad local en cuanto a diversificación de las precipitaciones. Asimismo, Miami es una de las ciudades más soleadas del país, disfrutando de 3000 horas de sol, aproximadamente, al año.
Debido también a su localización entre dos masas acuáticas conocidas por su importante actividad tropical, Miami es una de las ciudades que, por estadística, más riesgos corre de ser devastada por un huracán junto a Nasáu, Bahamas y La Habana. A pesar de esto, la ciudad no ha sufrido directamente este fenómeno desde el huracán Cleo en 1964. Sin embargo, muchos otros huracanes han afectado la ciudad, incluyendo el Betsy en 1965, el Andrew en 1992, el Irene en 1999, los huracanes Katrina y Wilma en 2005, y el Irma en 2017. La estación de los huracanes comienza oficialmente a partir del 1 de junio hasta el 30 de noviembre, aunque éstos pueden presentarse sin necesidad de respetar estas fechas. La época más probable y de mayor riesgo de huracanes para Miami es la estación del huracán Cabo Verde, a mediados de agosto hasta finales de septiembre. Debido al alto riesgo de huracanes en esta ciudad, el seguro de huracanes es una necesidad para los residentes para ayudar a reparar los daños causados por el clima.
Destrozos ocasionados por el huracán de 1992
Miami
En Miami se habla una amplia variedad de lenguas. Precisamente, Miami tiene la tercera mayor población hispanohablante del hemisferio occidental fuera de Hispanoamérica solo por detrás de Nueva York y San José (California). Es una de las ciudades con un alto porcentaje de población hispanohablante. En mayo de 1993, el Consejo de Dade County (región de Miami) incluso decidió autorizar el español como lengua oficial en la administración.
A partir de 2008, los hispanohablantes nativos representaron el 69,4% de los habitantes, mientras que el inglés es hablado por el 25,45 %; el criollo haitiano por el 5,20 %; y el francés compuesto por el 0,76 % de la población. Otras lenguas que se hablan en toda la ciudad incluyen el portugués, con el 0,41 %; el alemán, un 0,18 %; el italiano, el 0,16 %, el árabe, con un 0,15 %; el chino, un 0,11 %; y el griego con el 0,08 % de la población. Miami también tiene uno de los mayores porcentajes de la población estadounidense cuyos residentes hablan otro idioma en casa que no sea el inglés (74,54 %).
El gobierno de la ciudad de Miami utiliza un sistema de comisionado encabezado por el alcalde de la ciudad. La comisión ciudadana consiste en cinco comisarios y son elegidos de un único miembro por distrito. La comisión de la ciudad constituye el órgano de gobierno con facultades para aprobar ordenanzas, adoptar reglamentos y ejercer todas las competencias atribuidas a la ciudad en la Carta Puebla. El alcalde es elegido por mayoría y designa a un administrador de la ciudad. El alcalde de la ciudad de Miami es Francis X. Suárez y 5 comisarios de la ciudad que supervisan los 5 distritos de Miami. El Ayuntamiento de Miami se encuentra en el barrio de Coconut Grove, en Dinner Key.
El Departamento de Policía de Miami es el departamento de policía de la ciudad.
Miami es uno de los centros financieros más importantes de Estados Unidos. Destaca como centro de comercio, finanzas, sedes de empresas y una fuerte comunidad de negocios internacional. Miami es considerada una "Ciudad mundial Gamma".
Y es que Miami goza de una situación geográfica privilegiada, estando en la encrucijada del Caribe, América Central y América del Sur. Es por ello que la ciudad es el epicentro del comercio internacional entre las distintas Américas, y albergó las negociaciones del Área de Libre Comercio de las Américas celebrada en 2003. La Zona Libre de Miami, es la mayor zona comercial privada del mundo, fue fundada en 1977 y tiene en cartera unos 200 clientes internacionales.
La ciudad alberga oficinas centrales y sedes de las empresas multinacionales más importantes del mundo en o alrededor de Miami. Por su proximidad a Latinoamérica, Miami sirve como sede de las operaciones latinoamericanas para más de 1400 multinacionales.
Dos de los enclaves económicos fundamentales en el motor económico de Miami son el Aeropuerto Internacional de Miami y el Puerto de Miami. Las aduanas de la ciudad procesan el 40 % de las exportaciones que Estados Unidos realiza a Latinoamérica y Caribe.
El turismo es la fuente de ingresos más importante de Miami. Sus playas, hoteles, congresos, festivales y diversos eventos atraen a una media de más de 12 millones de visitantes anualmente, dejando en la ciudad unos 17.000 millones de dólares. En 2003, la ciudad fue visitada por 10,5 millones de turistas, lo que significó unos ingresos de 11.000 millones de dólares. El histórico distrito de art déco en South Beach es uno de los más glamurosos del mundo debido a sus famosas discotecas, playas, edificios históricos y centros comerciales. Es importante señalar que Miami Beach es una ciudad aparte de la de Miami ubicada en el condado de Miami-Dade en el estado de Florida. En el Censo de 2010 tenía una población de 87.779 habitantes y una densidad poblacional de 2.233,68 personas por km².
Brickell, el CBD de Miami.
Imagen de la Manhattanización del centro de la ciudad.
Miami es el hogar del Centro Nacional de Huracanes y la sede del Comando Sur de los Estados Unidos, responsable de las operaciones militares en América Central y del Sur. Además de estas funciones, Miami es también un centro industrial, especialmente para la explotación de canteras de piedra y almacenamiento.
De acuerdo con el censo estadounidense, en 2004, Miami tenía el tercer mayor índice de ingresos familiares por debajo de la línea de pobreza federal en Estados Unidos, por lo que es la tercera ciudad más pobre de Estados Unidos, sólo detrás de Detroit (la primera) y El Paso, Texas (segunda). Miami es también una de las pocas ciudades donde el gobierno local se declaró en quiebra, en 2001.
En 2005, el área de Miami fue testigo del mayor auge inmobiliario desde la década de 1920. El Midtown, que tuvo más de un centenar de proyectos de construcción aprobados, es un ejemplo de ello. A partir de 2007, sin embargo, el mercado de la vivienda sufrió un retroceso y más de 23.000 apartamentos se encuentran a la venta o cerrados. Miami es también uno de los lugares menos asequibles para vivir, ocupando el duodécimo puesto entre las ciudades más caras en cuanto a propiedad de la vivienda.
El paro en Miami continuaba erradicándose, pese a que su tasa seguía siendo más alta que la media nacional (5,4 %).