Muchas veces, se habla de un dueño de negocio que espera que una cosa suceda y queda devastado cuando algo totalmente diferente sucede. ¿Por qué pasan tales cosas? Más a menudo qué no pasa, el problema se produce porque el propietario supone que sabe lo que está pasando en su negocio, pero no inspecciona para asegurarse.

En los negocios, esperar que las cosas sucedan no es suficiente para garantizar que sucedan. Una vez que ha entrenado a los empleados y definido lo que espera de ellos, se debe continuar inspeccionando su trabajo para asegurarse de que están haciendo lo que usted quiere que hagan, en el momento y en la forma en que desea que lo hagan. Usted debe inspeccionar el trabajo y hacer correcciones al momento de observar los errores, a no ser que se encuentre frente a un cliente (Siempre que sea posible, y no siempre es posible, espere hasta que el cliente se vaya o la tarea haya terminado, antes de corregir a un empleado, especialmente si la reprimenda avergonzará a la persona. Recuerde el dicho: Reprimenda en privado, recompensa en público).

Dejar que los errores pasen desapercibidos o sin corregir puede causarle problemas. No es probable que las personas cambien, especialmente si ellos no saben que están haciendo algo malo, a menos que se les pida cambiar por medio de un supervisor o líder. Al inspeccionar y corregir acciones incorrectas o inapropiadas, sea amable pero firme. Refuerce las expectativas para su empleado y señale las diferencias entre su desempeño y lo que espera de él. Sea consciente de la necesidad de formación continua para garantizar que el trabajo siempre se haga como usted quiere que se haga.