Vamos a seguir las ideas expuestas por Philippe Perrenaud en el libro del mismo título. Tienes un análisis del libro en los archivos adjuntos, y puede ser más interesante comenzar a visitar el sitio "xtec" y dentro de él el apartado de enseñanza y aprendizaje.
En el debate sobre ¿qué deben saber? los profesores de educación secundaria, el profesor de la Facultad de Educación de Ginebra Perrenaud se suma incluyendo desde el mismo título la palabra competencia. Creo que es interesante para todo profesional leer el documento que se cita continuamente como "referencial de Ginebra" .
Estas competencias serían:
1. Organizar y animar situaciones de aprendizaje.
2. Gestionar la progresión de los aprendizajes.
3. Elaborar y hacer evolucionar dispositivos de diferenciación.
4. Implicar a los alumnos en sus aprendizajes y en su trabajo.
5. Trabajar en equipo.
6. Participar en la gestión de la escuela.
7. Informar e implicar a los padres.
8. Utilizar las nuevas tecnologías.
9. Afrontar los deberes y los dilemas éticos de la profesión.
10. Organizar la propia formación continua.
Y hablando de competencias (que volverán a salir cuando hablemos del currículo) no conviene olvidar que:
1. Las competencias implican siempre "hacer". Evidentemente implican conocimientos o destrezas pero van dirigidas a hacer.
2. Las competencias se ponen en juego en situaciones concretas, en situaciones originales.
3. Podemos distinguir en las competencias clave otras subcompetencias que unidas proporcionan la primera, pero que nos facilitan su análisis. Así la competencia 3 "Elaborar y hacer evolucionar los dispositivos de diferenciación" podríamos distinguir:
Hacer frente a la heterogeneidad en el mismo grupo clase
Compartimentar, extender la gestión de la clase a un espacio más amplio
Practicar el apoyo integrado, trabajar con alumnos con grandes dificultades
Desarrollar la cooperación entre alumnos y algunas formas simples de enseñanza mutua
Philippe Perranoud señala las dos vertientes que ya hemos visto en la relación de aprendizaje:
Un profesor debe ser:
persona creíble,
mediador intercultural,
animador de una comunidad educativa,
garante de la Ley,
organizador de una vida democrática,
conductor cultural,
intelectual.
Y al mismo tiempo en el marco de la adquisición de saberes y competencias:
organizador de una pedagogía constructivista,
garante del sentido de los saberes,
creador de situaciones de aprendizaje,
gestionador de la heterogeneidad,
regulador de los procesos y de los caminos de la formación
Y todo esto por una razón que no es otra que estamos en la escuela del siglo XXI. Y en ella suceden a lo que hay que saber responder:
Si los profesores están enfrentados, en una gran proporción, a clases agitadas, imponer la calma debe ser una competencia de los docentes.
Si los alumnos se resisten, no invierten, movilizarlos y provocar en ellos las ganas de aprender debe ser una competencia de los docentes.
Si los alumnos viven una doble vida, por momentos niños o adolescentes en la escuela, por momentos adultos en la sociedad, tomar en consideración esta situación debe ser una competencia de los docentes.
Si su relación con el saber y con el mundo les impide dar sentido de manera espontánea a los saberes y al trabajo escolar, ayudarles a construir este sentido debe ser una comptencia de los docentes.
Si los programas están a años luz de los alumnos, adaptarlos, aligerarlos debe ser una comptencia de los docentes.
Todos estos recursos no vienen de la formación inicial, ni siquiera de la formación continua. Algunas se construyen durante la práctica, aunque corresponde a la formación inicial desarrollar los recursos básicos.