Aprobada la Ley 11/2021, de 9 de julio, que modifica el límite máximo para pagos en efectivo en donde una de las partes actúe como empresario o profesional.

En un principio, se pretendía llevar esta modificación a la población en su conjunto, sin embargo, finalmente se ha limitado sólo a los pagos en los que alguno de los intervinientes en la operación, sea un empresario o profesional.

En resumidas cuentas, un empresario o profesional que desarrolla una actividad económica y adquiere, entrega o presta bienes y servicios en el desarrollo de dicha actividad, no podrá pagar en efectivo las operaciones con un importe igual o superior a 1.000 euros o su contravalor en moneda extranjera.

Ello influye también en el pago de los salarios de sus empleados, por lo que, desde el 11 de julio de 2021, el empresario no podrá abonar las nóminas de sus empleados en efectivo, en aquellos casos en el que su importe supere los citados 1.000 euros.

El cobrar o pagar en efectivo por encima de ese límite actual de los 1.000 euros conlleva sanciones. La prohibición es independiente de si se entrega o no factura, y su incumplimiento se sanciona con una multa del 25% del importe abonado, lo que implica que el importe mínimo de la sanción es de 250 euros.