¿Cómo puede alguien tan inteligente hacer algo tan tonto?
Todos nos hemos hecho esta pregunta en alguna ocasión.
La gente compra caro y vende barato. Creen en el horóscopo. Asumen que "eso" sea lo que sea, nunca les puede ocurrir a ellos. Lo apuestan todo al negro porque "ahora toca negro".
Piensan que un número concreto de la lotería es transcendente porque lo relacionan con algo importante o conocido para ellos y que, por eso mismo, es más probable que toque.
Se toman una ración extra de tarta, pero piden sacarina para el café.
Hablan por teléfono o encienden un cigarrillo mientras conducen.
Después de perder un montón de dinero siguen invirtiendo más en lo mismo, porque ya llevan mucho invertido.
Asumen que una burbuja financiera o inmobiliaria no estallará nunca.
Vuelve a votar al mismo incompetente que está llevando al país a la ruina. Etcétera.
La razón por la que la gente inteligente hace algunas veces cosas estúpidas es que
inteligencia y racionalidad son dos cosas diferentes.
La incapacidad para hacer cosas racionales a pesar de ser inteligentes la llamamos disracionalidad.
Desde que Spearman propusiera allá por el año 1904 la existencia de un factor general de inteligencia como base de la función cognitiva, la definición y medición de la inteligencia no ha podido ser algo más controvertido.
Por ejemplo, hay quién argumenta que la inteligencia está constituida de muchas capacidades cognitivas diferentes. Hay otros que quieren ampliar la definición de inteligencia para incluir las inteligencias "emocional" y "social".
Lo importante es que la inteligencia por sí misma no garantiza un comportamiento racional. En otras palabras puedes ser inteligente sin ser racional. Y puedes ser un pensador racional sin ser especialmente inteligente.
Y tú, ¿ERES ASÍ?
PROBEMOS:
Intenta resolver este problema:
Antonio está mirando a Beatriz, pero Beatriz está mirando a Carlos. Antonio está casado pero Carlos no.
¿ESTÁ UNA PERSONA CASADA MIRANDO A UNA SOLTERA?
Las respuestas posibles son : si, no, no se puede saber.
¿Ya tienes tu respuesta?
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Más del 80% de las personas contestan incorrectamente.
Si llegaste a la conclusión de que la respuesta no puede determinarse, eres una de ellas.
La respuesta correcta es sí. Una persona casada está mirando a una soltera.
La mayoría creemos que necesitamos saber si Beatriz está casada para responder a la pregunta.
Pero considera todas las posibilidades. Si Beatriz está soltera, entonces una persona casada (Antonio) está mirando a una soltera (Beatriz). Si Beatriz está casada, entonces una persona casada (Beatriz) está mirando a una soltera (Carlos). En cualquier caso la respuesta es sí.
La mayoría de la gente tiene inteligencia suficiente para llegar a esta conclusión, basta añadir algo como "piensa lógicamente". Pero si no se dice nada no recurrirá a todas sus capacidades.
Todos intentamos evitar pensar demasiado. Esto tiene sentido desde un punto de vista evolutivo. Pensar requiere tiempo y algunas veces es contraproducente. Si el problema a resolver es evitar el ataque de un depredador, no puedes permitirte un segundo para decidir si saltas al río.
Por eso hemos desarrollado una serie de reglas empíricas y prejuicios para limitar la capacidad mental que empleamos en un problema dado. Estas técnicas poseen respuestas aproximadas que no siempre son correctas.
OTRO EXPERIMENTO
En un experimento un investigador ofreció a los sujetos un dólar, si a ciegas sacaba una gominola roja de un recipiente con la mayoría de las gominolas blancas. Los voluntarios deberían de escoger entre dos recipientes:
uno con 9 gominolas blancas y una roja, y otro con 92 blancas y ocho rojas.
Entre el 30 y el 40 % de los sujetos escogió el recipiente mayor, a pesar de que la mayoría comprendía que una probabilidad del 8%de ganar era peor que la del 10%. El atractivo visual de ver más gominolas rojas se impuso a la lógica.
OTRO EXPERIMENTO
Se detecta el brote de una enfermedad que puede matar a 600 personas si no se hace nada. Hay dos tratamientos posibles, la opción A salvará a 200 personas. La opción B te da un tercio de probabilidades de que se puedan salvar las 600, y dos tercios de que no se salve ninguna.
¿Qué tratamiento eliges?
La mayoría elige la opción A. Pero si formulamos la pregunta de esta manera:
La opción A significa que morirán 400 personas, la opción B te da un tercio de posibilidades de que no muera nadie y dos tercios de que mueran 600. La mayoría elige la B, es decir, se arriesgan a matar a todos por una probabilidad menor de salvar a todos.
El problema desde un punto de vista racional es que, las dos situaciones son idénticas. Lo único que varía es que la pregunta se formula de forma diferente para enfatizar que en la opción A morirán con seguridad 400 personas, en vez de que se salvarán 200.
Esto se conoce como efecto perspectiva, y su uso en publicidad está muy extendido.
OTRO EFECTO ES EL DE LA OBSTINACIÓN
En un experimento los investigadores hacían girar una ruleta que solo se paraba en el 10 ó en el 65. Cuando la rueda se paraba el investigador pedía al concursante una estimación del porcentaje de países africanos en las Naciones Unidas. Los que veían el 65 daban un número mayor que los que veían el 10. El número influía en sus respuestas.
La lista de reglas empíricas y prejuicios cognitivos es muy extensa.
Buscamos pruebas que confirmen nuestras creencias, evaluamos las situaciones desde nuestro punto de vista. Nos influye más una anécdota que una estadística. Creemos que sabemos más de lo que sabemos, creemos que estamos por encima de la media, creemos que no nos afectan los prejuicios como a los demás.
HUECOS EN EL EQUIPAMIENTO MENTAL
Por equipamiento mental entendemos el conjunto de las reglas cognitivas, estrategias y sistemas de creencias aprendidos. Incluye nuestra comprensión de la probabilidad y la estadística así como nuestra disposición a considerar hipótesis alternativas cuando tratamos de resolver un problema. El equipamiento mental forma parte de lo que se suele llamar inteligencia cristalizada. Sin embargo, algunas personas muy educadas y muy inteligentes nunca adquieren un equipamiento mental adecuado. Otra posibilidad es que el equipamiento mental esté "contaminado", por supersticiones por ejemplo, lo que lleva a decisiones irracionales.
LA DISRACIONALIDAD TIENE CONSECUENCIAS EN EL DÍA A DÍA
Puede afectar a las decisiones financieras, a las políticas gubernamentales que apoyes, a los políticos que elijas, y en general, a tu capacidad para construir la vida que quieres. Por ejemplo, los ludópatas obtienen resultados más bajos que la media en varios test de pensamiento racional. Toman decisiones más impulsivas, es menos probable que consideren las consecuencias futuras de sus acciones y es más probable que crean en números afortunados o desafortunados.
También obtienen malos resultados en la comprensión de la probabilidad y la estadística. Así, es menos probable que entiendan que cuando se arroja una moneda al aire, cinco caras seguidas no significa que en la siguiente tirada el que salga cruz sea más probable. Su disracionalidad no les hace sólo malos jugadores, sino jugadores con problemas: personas que continúan jugando a pesar de hacerse daño a ellos mismos y a su familia.
Cuando se comparan los resultados que obtiene una misma persona en los test de inteligencia habituales con los que miden el nivel de racionalidad se encuentra que no tienen por qué estar