Por qué los que no saludan caen tan mal

Por qué los que no saludan caen tan mal

ANA BRETÓN, EL MUNDO, (MAGACINE), 2 DE OCTUBRE DE 2007,

La progresiva pérdida de esta "costumbre" que practican hasta los chimpancés, supone un reto a la sana convivencia

El mundo está dividido en tres tipos de personas: las que saludan, las que no saludan y las que saludan selectivamente, sólo cuando a ellas las saludan previamente o sólo a determinadas personas. Lo que no saben estos dos últimos grupos es que, con su comportamiento, conculcan no sólo las más básicas reglas del protocolo universal, sino una fórmula innata para asegurar la convivencia entre miembros de un grupo. El saludo no es ni mucho menos exclusivo del género humano. Lo saben bien los propietarios de perros y quienes, como Jane Goodall, han estudiado el comportamiento de simios como el chimpancé. Entre sus rituales: el beso, los palmetazos en la espalda, los abrazos, incluso el apretón de manos... La opinión generalizada entre los otólogos es que, en esencia, el saludo tiene la función de evitar enfrentamientos; es, por decirlo de alguna forma, una declaración de buenas intenciones. El reflejo de este uso en el comportamiento humano lo encontraríamos en el hecho de que gran parte de nuestros rituales de saludo incluye la demostración de que vamos desarmados (saludo romano, apretón de manos, palmotadas...). Desmond Morris, por su parte, argumentó que, entre los humanos, su origen podía estar en la caza. Al separarse para salir en busca de presas, los hombres del grupo se despedían expresivamente, ya que la supervivencia del grupo dependía de la de cada uno. No es así de extrañar que, al reencontrarse, manifestasen su alegría al verse. Saludar supone abandonar nuestro territorio para ir al encuentro del otro y mostrarle que le reconocemos como miembros de nuestro grupo, que no le tememos y que no tiene por qué temernos. Por eso, incluso hoy, la ausencia de saludo -un simple "hola" al cruzarnos con un compañero en un pasillo de la empresa, por ejemplo- la interpretamos, de forma casi inconsciente, como una agresión. Así que, si quieres caerle como una patada a todo el mundo, ya sabes: no saludes.

  1. Este es un texto periodístico, después de leerlo con atención, escribe las ideas principales que transmite la autora.
  2. ¿Qué significa la locución verbal “caer como una patada”? Propón locuciones que tengan un significado similar.
  3. “Simio” / “chimpancé”: ¿Cuál es el hipónimo y cuál, el hiperónimo?
  4. En el texto aparecen varios cultismos, explica su significado o propón un sinónimo. Si lo necesitas, acude al diccionario. ¡Ah! indica también de qué tipo de palabra se trata en cada caso.
    1. conculcan
    2. protocolo
    3. innata
    4. exclusivo
    5. simios
    6. rituales
    7. otólogos
  5. El adjetivo es un tipo de palabra que puede acompañar al nombre colocándose delante o detrás. Sin embargo, hay veces en que no se puede elegir y la pareja queda fijada de forma inamovible. ¿Es este el caso de buenas intenciones? ¿Conoces algún otro?
  6. Analiza morfosintácticamente la siguiente oración:
    1. El mundo está dividido en tres tipos de personas

EXPRESIÓN ESCRITA

  1. ¿Y tú? ¿Cómo saludas? ¿Qué importancia le das a esta costumbre social y universal? ¿Usas sólo el código verbal (la palabra)? ¿Lo acompañas de códigos no lingüísticos (dos besos, estrechamiento de manos, otros gestos, miradas, sonrisas…)? En 50 palabras reflexiona sobre este tema, cómo saludas, ¿a quién?, ¿cuándo?, cómo te gusta que te saluden, cómo interpretas la negación del saludo, qué haces al respecto, para qué crees que sirve…