En el restaurante...

INCOHERENCIAS

1. El primer cartel, correcto y casero a la vez, incurre en un error semántico y sanitario que nos conduce a diversas preguntas. Tal y como está redactado, se infiere que el agua del primer menú no es potable y la del segundo, sí. Podemos pensar que cuando dice agua potable quiere decir "agua mineral embotellada", pero aun así sigue sin tener sentido ¿por qué es más caro? Al redactor le han traicionado las implicaciones del mensaje y el resultado salta las leyes elementales de la lógica: hay un problema con la coherencia textual, en concreto, con la local.

2. El segundo lo encontraréis comentado en El candidato melancólico, el excelente blog de José Antonio Millán.

3. El tercero lo encontró un lector viajero de La Vanguardia en el restaurante chino en el que acababa de cenar y es un ejemplo de los peligros de los traductores automáticos y no del respetable gremio de los químicos, que no destacan por su peligrosidad, al menos, en principio. De todas formas, yo tampoco comería tranquila en este local, aunque digan que los "químicos dañinos" sólo "podrían" estar presentes...Como para fiarse del condicional.