El bullying se refiere a todas las formas de actitudes agresivas, intencionadas y repetidas, que ocurren sin motivación evidente, adoptadas por uno o más estudiantes contra otro u otros. La persona que ejerce el bullying lo hace para imponer su poder sobre el otro, a través de constantes amenazas, insultos, agresiones o vejaciones, y así tenerlo bajo su completo dominio a lo largo de meses e incluso años. La víctima sufre callada en la mayoría de los casos. El maltrato intimidatorio le hace sentir dolor, angustia y miedo, hasta tal punto que, en algunos casos, puede llevarle a consecuencias devastadoras como el suicidio
Los expertos señalan que el bullying implica tres componentes clave:
1. Un desequilibrio de poder entre el acosador y la víctima. Este desequilibrio puede ser real o sólo percibido por la víctima.
2. La agresión se lleva a cabo por un acosador o un grupo que intentan dañar a la víctima de un modo intencionado.
3. Existe un comportamiento agresivo hacia una misma víctima, que se produce de forma reiterada.
Con frecuencia aparecen varios tipos de forma simultánea:
Físico: consiste en la agresión directa. Sin embargo puede ser indirecto cuando se producen daños materiales en los objetos.
Verbal: La víctima mediante humillaciones, insultos, menosprecios en público, etc. sufre un trastorno emocional
Psicológico: se realiza mediante amenazas para provocar miedo u obligar a la víctima a hacer cosas que no quiere ni debe hacer.
Social: consiste en la exclusión y en el aislamiento progresivo de la víctima