La Radiación Cósmica de Fondo

Por supuesto que no se los pormenores, así que me daré el lujo de fantasear un poco, pues casi puedo imaginarme la escena inicial de este acto crucial de la astronomía moderna y que sin embargo, fuera protagonizado por dos personajes que lo último que estaban pensando en ese preciso momento era hacer uno de los descubrimientos más importantes de la misma... ¡ni mucho menos que ese "accidente" terminaría llevándolos a recibir un premio Nobel algunos años después!¿Los nombres?... Arno Penzias y Robert W. Wilson –"Bob" para los amigos, supongo.¿La profesión?... Jeje, bueno, ambos tenían estudios en ciencias físicas, así que lo que se dice "perdidos-perdidos" en el tema pues no estaban; aunque en ese momento, corría el año 1965, ambos laboraban como ingenieros en telecomunicaciones para los Laboratorios Bell - desarrollando tecnologías para la apenas en pañales (entonces) era de telecomunicaciones satelitales.

¿El lugar?... Una más bien sin gracia (hay que ser francos, los artefactos diseñados por ingenieros casi nunca tienen una estética particularmente agradable a la vista) y bastante abultada antena de radio en forma de cuerno en un campo de Holmdel, Nueva Jersey.

¿El objetivo?... Bueno, originalmente Penzias y Wilson llevaban ya cerca de un año tratando de inventar una forma para depurar las señales de radio que este cachivache recibía, de grado que fuera más fácil y clara la recepción de señales de el primer intento de satélite de telecomunicaciones, una cosa llamada Echo*

[ * Y que aunque era realmente un primitivo tipo de satélite, en realidad no era mas que un gran globo metalizado cuya función era servir de "espejo" en el cielo a una señal de radio producida en la Tierra a fin de retransmitirla, como un eco precisamente, más allá del horizonte posible para cualquier antena basada en Tierra ]

... Y entonces viene el descubrimiento, algo del tamaño (para la astronomía) equivalente al de Hubble y su expansión cósmica: LA PRUEBA de que el Universo había sido creado "todo al mismo tiempo" y, por lo tanto, muy probablemente en el controvertido asunto del Big Bang.

Tiendo a imaginar a estos dos ingenieros algo frustrados, encerrados en la pequeña covacha de la antena, rodeados de osciloscopios y otros instrumentos de medición de las señales obtenidas por la antena afuera, preguntándose por qué después de meses de trabajo depurando las señales aún había ese persistente ruido que no lograban aislar; una estática, ruido blanco, persistente, homogéneo en toda dirección hacia donde apuntaran la antena; nunca paraba, nunca se alteraba y tras meses de buscar una fuente probable para él sólo sabían... que aún no sabían de dónde venía.

Ya sabían que no venía ni de fuentes en Tierra, ni del Sol, ni de cualquier otra cosa que se hubieran imaginado (pasando desde palomas anidando dentro de la antena hasta las propias estrellas de la galaxia). ¿DE DÓNDE DIANTRES PROVENÍA ESA SEÑAL DE MICROONDAS?

... Tal vez llevaban días o incluso semanas pensando en el "problema" cuando finalmente llegaron a una conclusión inevitable: el ruido provenía de alguna fuente más allá de la galaxia; una fuente desconocida que de alguna manera "envolvía" la galaxia. No sonaba a una respuesta, casi puedo imaginar que ambos pensaron que decirlo sonaría mucho más a un pretexto para no haber realizado su labor cabalmente.

... Y entonces viene el desenlace de este último acto, ¡pero hey! ¿Cómo puede haber un desenlace si aún no sabemos cuál era el primer acto?

Jeje... en un tono tarantinesco me he tomado la libertad de comenzar la historia casi en el final, pues los primeros episodios parecerían más bien algo aburridos si no supiéramos que conducen a un fabuloso desenlace de antemano:

20 años antes de la antena de cuerno de Penzias y Wilson los astrofísicos tenían una arrebatada pelea ya, una iniciada aún 20 años más atrás cuando Georges Lemaître propuso (basado en el propio trabajo de Einstein y desafiando la visión del Universo de estado perenne del propio genio) que el Universo podría haber comenzado siendo un solo punto, un "átomo primigenio".

Pero la pelea era ruda, pues tipos realmente brillantes, como por ejemplo Fred Hoyle, aún exigían una prueba más allá de la expansión cósmica de Hubble (la cual por sí no es realmente "LA PRUEBA") de que todo el Universo compartía un mismo punto de origen. La premisa era realmente simple: si TODO el Universo hubiera nacido del mismo punto, pues entonces TODO el Universo debería tener una "capa" homogénea de calor residual del Big Bang, así que... ¿dónde estaba?

Cálculos y recálculos, estimaciones y sobreestimaciones fueron hechas por años a fin de encontrar esta "radiación cósmica de fondo", hasta que este par (Penzias y Wilson) dieron con la piedra roseta del misterio: detectaron "por accidente" una radiación omnidireccional de casi 3˚ Kelvin.

... Ese fue el accidente: publicarlo no lo fue. Publicar lo que se ha descubierto, sea o no lo que se estaba buscando, es esencial para la ciencia... tal y como este caso demuestra:

Mientras nuestros héroes se debatían aún en torno al singular problema de su antena, se enteraron que un grupo de astrofísicos de la Universidad de Princeton liderados por Robert Dicke, habían estado precisamente estimando la longitud de onda y temperatura probable de la "radiación cósmica de fondo".

Arno tomó un teléfono, llamó a Dicke y lo "invitó" entonces a que visitara la susodicha antena y echara un ojo al "ruido" que habían detectado... y el resto, como suelen decir por ahí, "es historia": ¡la radiación cósmica de fondo era real!...

... Tan real que en 1978 Arno y Bob ganarían el premio Nobel de física por su "accidente".... Tan real que mucho, muchísimo de lo que hoy día hemos averiguado acerca de la composición, estructura y modo en que "está hecho" nuestro Universo (que es diametralmente mucho más de lo que jamás obtuvieron los astrónomos previos a este descubrimiento), se ha averiguado a base de estudiar precisamente esta radiación cósmica de fondo.... Tan real que hoy en día es posible hasta escuchar el "eco del Big Bang" en éste sitio de Internet.... Tan real; tan completamente tangible e innegable ya, que incluso si se intención de alguien es demostrar que el Big Bang no sucedió... de todos modos ese alguien está obligado que explicar por qué esta radiación existe.Los días de un "Universo eterno", uno sin principio al menos, se terminaron "por accidente" en una poco atractiva y completamente inútil ya (aunque se preserva como un monumento histórico) antena de Nueva Jersey.Ya para despedir esta entrada, pues qué mejor que el "Retrato del Universo" más reciente obtenido gracias, precisamente, a la Radiación Cósmica de Fondo?Cortesía del radiotelescopio espacial WMAP, este mosaico fue armado finalmente en Febrero de 2008... aunque tomó casi 5 años completarlo y, en realidad, es un retrato del Universo tal y como lucía de "recién nacido", cuando apenas tenía unos 300,000 años de edad (aun verdadero "bebé cósmico"):