Sin este descubrimiento cosas como, precisamente, el viaje a la Luna no hubieran sido eventualmente posibles. Y sin este descubrimiento lo que dijeron personas como Galileo o Copérnico en su tiempo no hubieran pasado de ser "conjeturas" al más puro estilo de las conjeturas de Aristóteles o Ptolomeo respecto a la forma de nuestro Sistema Solar.
Sí, seguramente ya lo intuyen, así que entonces sin más preámbulo los dejo con:
#6: Astronomia Nova
Los seres humanos tenemos muy mala memoria. Realmente mala en comparación con nuestra imaginación,, razón por la cual seguramente nos es relativamente fácil imaginar que la Europa del siglo XV era un lugar "muy diferente al mundo moderno".
Pero no. Por chocante que nos pueda sonar algo así, la realidad es que Europa alrededor del año 1600 era SUMAMENTE parecida al mundo moderno:
Había políticos inescrupulosos y líderes religiosos de todo tipo, desde los que rayaban en la auténtica santidad hasta los seres más viles y corruptos que pudiéramos imaginar. Había gente que vivía en la miseria; y gente que lo tenía todo y más, al grado que probablemente lo único que estos envidiarían de un Donald Trump o un Bill Gates probablemente sería tener un inodoro con agua corriente (eso sí todavía no se inventaba).
Europa en el siglo XV era un mar de debates... y debacles: la Iglesia, otrora poder incuestionable que dirigía el destino de casi todos en su alcance, se tambaleaba con luchas intestinas que la fragmentaban. Había reyes incluso que se habían distanciado [ por decirlo de manera eufemística ] de Sumo Pontífice. Había guerras entre las potencias en turno. Había grandes injusticias sociales y sí, también había grandes intentos por "construir un mundo mejor".
Había colonias en América, hombres de "ojos rasgados" en China, hombres de piel negra en África. Había navegantes que buscaban la ruta para navegar por entero alrededor del globo, había piratería y comercio internacional. Había grandes pensadores y grandes artistas, así como grandes tiranos y grandes problemas: la gente temía a las epidemias, la gente se preocupaba por tener empleo, la gente buscaba el modo de hacer sus vidas "felices". Había gente erudita y educada aún si no era rica y noble, y también había nobles y ricos burdos y groseros que en su vida habían siquiera aprendido a leer...
Es decir, en corto: salvo por la diferencia tecnológica evidente (no había automóviles ni luz eléctrica ni teléfonos celulares o iPhones) de ese entorno y el nuestro, en realidad la Europa del siglo XV ya se parecía BASTANTE a nuestro mundo actual... con una notoria diferencia: NADIE había probado aún que las "estrambóticas" (pero que ya habían permeado) ideas de Copérnico y Galileo acerca del movimiento de los planetas fueran ciertas. La gente que sabía algo del tema intuía que eran verdad, pero no existía una sola forma de probarlo aún.
... Y entonces llegó Johannes.
De familia luterana y fe arraigada en Dios, quizás a aquellos que creen actualmente que la religión y la ciencia están peleadas les haría falta notar como éste pequeño hombre, padre del paradigma científico para la Astronomía (así como poco antes que él Galileo se había convertido en padre del paradigma científico en general) encontró el punto de equilibrio entre su fe y su razón... y probablemente fue gracias a eso -romper con el debate interno- es que pudo hacer uno de los descubrimientos astronómicos más importantes de toda la historia.
¿Cuán importante?... Digámoslo así: lo que Johannes Kepler descubrió en el siglo XV sería equivalente para la astrofísica "antes de Einstein" como lo sería para la astrofísica actual lo que Hubble descubrió en el siglo XX; es decir "la base de todas las teorías existentes respecto a la forma del Universo".
Muchas veces he contado la historia de Kepler respondiendo en Y!R, así que con su permiso me "autoplagiaré" una de las respuestas al respecto que más me han gustado cómo quedaron:
Alrededor del año 1600, un entonces joven pero brillante Johannes Kepler, estaba a punto de embarcarse en un viaje que cambiaría radicalmente la forma del universo conocido... y lo confrontaría a él con su propia fe.
Nacido y educado en el seno de una estricta familia Luterana, Kepler desde niño aprendió que podía hacer lo que fuera excepto cuestionar los designios divinos. Brillante y de mente muy despierta, aprendió matemáticas, astronomía y astrología, y desde joven se obsesionó con una cosa: ser el primero que descubriera "la verdadera forma" del Universo...
En la época de Kepler se asumía que los planetas estaban "fijos" en esferas transparentes que giraban alrededor del Sol, siendo esa la razón por la que a veces "venian" y otras veces "iban" en el cielo, sin guardar nunca relación "fija" con respecto a las demás estrellas. Kepler, como otros astrónomos de su época, quería averiguar la relación matemática que había entre esas esferas... descubrir una explicación LÓGICA Y CIENTÍFICA a por qué los planetas se movían como lo hacían.
Así, a principios del siglo XV, Kepler se asoció con uno de los astrónomos más brillantes de todos los tiempos: Tycho Brahe.
Brahe quería hacer lo mismo que Kepler, sólo que tenía un pequeño "problema": aunque era un tipo realmente brillante para observar el cielo y tomar notas, era un absoluto desastre para interpretar esa información. ¿Resultado? Brahe había hecho durante años las mejores, más precisas y cuidadosas observaciones del movimiento planetario de toda la historia... pero no sabía relacionar los datos en un modelo matemático que explicara de una buena vez los movimientos y, lo más importante: pudiera PREDECIR la posición de un planeta en el futuro.
Por su parte Johannes detestaba a Brahe: era un tipo grosero e inescrupuloso, libertino, amante de las fiestas escandalosas y nunca mejor dicho "asquerosamente rico". Brahe era exactamente lo opuesto a él quizás y sin duda Kepler necesitó mucha más motivación que el dinero -que necesitaba con cierta premura por cierto: su familia no podía vivir de aire y él ciertamente no era rico-, pero esta poco "idílica" asociación con Brahe le permitiría, presumiblemente, dar finalmente con el descubrimiento de la "verdadera forma del universo" [ algo que él ya había intentado calcular previamente sin éxito ].
Así que Johannes dejó de lado sus prejuicios religiosos y se puso a trabajar para desarrollar su modelo... y siguió fallando una y otra vez:
Cada vez que obtenía un modelo donde podía explicar con total precisión el movimiento de un planeta (por ejemplo Marte) ese modelo no servía de nada para explicar a los demás. ¿Pero por qué? ¿Qué acaso Dios no había creado todo el universo con una lógica y precisión evidentes? ¿Por qué no tenían lógica el movimiento de los planetas?... La fe de Kepler empezaba a tambalearse, y eso era algo que a una persona tan devota como él no le gustaba nada.
¿Qué debería haber hecho Kepler? ¿Dejar de investigar eso "que no era de su humana incumbencia" y mantener "a salvo" su fe?... Si nunca nos atreviésemos a cuestionar lo que SIEMPRE CREÍMOS CIERTO, NUNCA DESCUBRIRÍAMOS NADA NUEVO. Nunca seremos grandes en lo que hacemos, nunca hallaremos "el hilo negro", nunca tendremos la oportunidad de pasar a la historia....
Así entonces Kepler, quien había leído los trabajos de Copérnico, Galileo y Giordano Bruno, lentamente se formó en su mente una idea "imposible": ¿y si los planetas no giraban en esferas sino en "otra forma" menos "divinamente perfecta"?...
¡ESE ERA UN PENSAMIENTO CASI HERÉTICO! Rompía con todo lo que él sabía acerca de Dios, todo lo que él creía desde pequeño... y era un pensamiento que fácilmente lo podría conducir a la desgracia personal, científica y religiosa:
Kepler no era tonto, sabía lo que le había sucedido a gente como Giordano Bruno y Galileo Galilei por haber desafiado a la Iglesia Católica y el hecho de que él no fuera católico sino protestante no lo ponía mucho más a salvo que aquellos: la iglesia Luterana podría no tener una Inquisición, pero ello no le impediría ser excomulgado y convertirse en un paria su un día se le ocurría decir algo que iba "en contra de los designios de Dios". Su familia en desgracia, mendigando por pan, él sin poder obtener nunca más un empleo decente; impedidos hasta de entrar a la iglesia a rogarle a Dios por un poco de misericordia... ¡ESE ERA EL ESCENARIO QUE ENFRENTABA KEPLER!
¿Fue entonces Johannes un tipo inteligente o un tonto cuando decidió que LA VERDAD ERA MÁS IMPORTANTE que cualquiera de sus creencias personales?... Eso pensé yo también: y esa es la razón por la cual el nombre "JOANNES KEPLER" está inscrito perennemente en la historia de la Ciencia:
En 1609, tras casi una década de "pelearse" con Brahe, sus observaciones y, sobre todo, con su propia Fe, Kepler finalmente publicó el libro que cambiaría la historia de la astronomía para siempre: Astronomia Nova ("Nueva Astronomía")... El libro que cortó finalmente el cordón que unía la Astronomía con la Astrología, la verdad clara y probada con la superstición y la filosofía a priori.
El modelo matemático original de Astronomía Nova se basaba en el estudio de los movimientos de Marte; pero aplicaba a TODOS los planetas... ¡incluída la Tierra y, aunque no fuera un planeta, la Luna!
Con sólo unas cuantas ecuaciones simples, exactas y elegantes la "nueva astronomía" había nacido... Y son las mismas que usó Newton para calcular el efecto de la gravedad en el Universo. Las mismas que usó Halley para predecir la vuelta de su famoso cometa. Las mismas que usó incluso la NASA hace tan solo 30 años para enviar sondas hacia los más lejanos rincones de nuestro Sistema Solar... y usa aún hoy día para seguir haciéndolo.
Para su buena fortuna Johannes nunca tuvo que enfrentar un juicio de la Inquisición y más aún: rápidamente, al demostrarse que había dado con algo realmente increíble, que (según la Iglesia Luterana, quien estaba buscando la manera de ridiculizar lo más posible a la "necia y retrógrada" Iglesia Católica) "engrandecía aún más a Dios" de lo que lo demeritaba, se volvió una especie de celebridad científica.
Por supuesto que Kepler pasó por épocas buenas y épocas malas en su vida, como todos lo hacemos normalmente, pero su fe lejos de perderse se terminó cimentando más: él estaba seguro de que Dios le había revelado un nuevo y gran secreto del universo... un secreto digno sólo de las personas que se atreven a pensar diferente, a arriesgar todo lo que creen, y a buscar la verdad a toda costa.
... Y por eso es que esta historia en particular es PARADIGMA del pensamiento científico moderno: la Ciencia debe buscar la verdad, "sea cual sea ésta y caiga quien caiga por ello".
Y para deleitarnos con este sabor de boca de "la ciencia triunfará siempre que se busque la verdad con ella", los dejo con esta magnífica imagen cortesía de la tripulación de la Estación Espacial Mir, una de las últimas que tomara antes de que fuera "retirada" del cielo para siempre.
La fecha es 11 de Agosto de 1999...
... Y lo que estamos viendo es un eclipse solar "al revés"; es decir: la sombra de nuestra Luna sobre el planeta Tierra. Al ver algo así es realmente, realmente difícil creer cuan lejos hemos llegado ya [ y sin embargo aún nos falta tanto ].