Hemos llegado al último día de nuestro Mes de María Juvenil.
Han sido días de encuentro con nosotros mismos, con nuestra vocación cristiana en la Iglesia, con el llamado del Señor a aportar lo mejor de nuestra juventud para rejuvenecer nuestra Iglesia en Chile, y a continuar el mandato del Señor de ir a todos los pueblos para evangelizarlos.
En nuestro país muchos jóvenes no tienen oportunidades y viven en los márgenes de la sociedad. En este día en que ya estamos finalizando este mes consagrado a María queremos pedir por los y las jóvenes más vulnerables para que en nuestra comunidad surjan iniciativas de solidaridad y de acompañamiento que podamos realizar en nuestro trabajo pastoral.
María, joven de Nazareth, ayúdanos a ir al encuentro de los y las jóvenes más necesitadas como tú hiciste con tu parienta Isabel que, en su vejes, le ayudaste en los quehaceres del hogar.
Te saludamos Madre nuestra con la ORACION INICIAL DEL MES.
Cantemos a nuestra Madre
En la anunciación el ángel Gabriel dice a María que le dará un signo que confirma la concepción virginal del Espíritu Santo, este es el embarazo de su parienta Isabel. Ella, asume que debe ir ayudar en los quehaceres del hogar y se produce el encuentro entre María e Isabel que la tradición a denominado la Visitación. Escuchemos. Del Evangelio según San Lucas.
En aquellos días, se levantó María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena de Espíritu Santo; y exclamando con gran voz, dijo: «Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno; y ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí? Porque, apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno. ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!»
María se levantó con prontitud. Queremos destacar esta actitud de María de solidarizar con Isabel para la cual tuvo que trasladarse varios kilómetros de su casa de Nazaret a Judá. A través de este gesto queremos como comunidad levantarnos e ir con prontitud a acompañar a nuestros jóvenes más débiles que necesitan de nuestra solidaridad ya sea en lo material y también en lo espiritual.
¿Qué acciones solidarias como comunidad realizamos en favor de los y las jóvenes? ¿Conocemos a los y las jóvenes de nuestro sector que necesitan de nuestra ayuda solidaria? ¿U otras familias?
(si lo deseas, puedes ver otro recursos para la reflexión AQUÍ -en la sección recursos)
Oremos junto a nuestra Madre y digamos: María ayúdanos a practicar la solidaridad.
a) Por tu intercesión le pedimos al Señor por el Papa Francisco que les siga regalando el celo pastoral por los más jóvenes.
R: - María ayúdanos a practicar la solidaridad
b) Por tu intercesión le pedimos al Señor por nuestra parroquia (capilla, colegio) para que nos ayude a reconocer a los jóvenes más vulnerables de nuestro sector y podamos movilizar distintas acciones solidarias que vayan en su ayuda.
R: - María ayúdanos a practicar la solidaridad
c) Por tu intercesión le pedimos al Señor por las diversas organizaciones sociales que trabajan con los jóvenes cubriendo sus necesidades para que les regales tu gracia para que puedan seguir sirviéndoles.
R: - María ayúdanos a practicar la solidaridad
d) Por tu intercesión le pedimos al Señor por los y las jóvenes de las periferias existenciales especialmente a aquellos que ni trabajan ni estudian y aquellos privados de libertad.
R: - María ayúdanos a practicar la solidaridad
Digamos todos/as: Contigo, María, solidarios hoy.
El Papa les dice a los jóvenes: “a ustedes, jóvenes, los quiere como sus instrumentos para derramar luz y esperanza, porque quiere contar con vuestra valentía, frescura y entusiasmo”. (CV, 177)
Compartir los bienes expresados en alimentos no perecibles que vaya en ayuda a los jóvenes más vulnerables de nuestra comunidad.
Te pedimos Señor que nos regales un corazón solidario para compartir con los y las jóvenes, con la oración que tú nos enseñaste