Estamos iniciando otro día junto a nuestro Madre; ayer la hemos llevado a la casa de nuestros corazones y hoy la invitamos a que nos ayude a ponernos de pie, Ella sabe que son muchos hermanos de nuestro país y de manera especial muchos jóvenes que están caídos por nuestras calles, nuestras esquinas, nuestras poblaciones e incluso parecieran que están muertos en vida, ya que no encuentran sentido a su vida, se encierran en sí mismos, buscan evadir la realidad y como decimos en Chile fermentan en la cama, por eso que hoy todos necesitamos escuchar esa frase potente: ¡LEVANTATE!, por eso te invito a repetir: CON MARIA QUEREMOS LEVANTARNOS!.
Hagamos oración cantando juntos.
María nos invita a abrir nuestros corazones para acoger la Palabra de su Hijo Jesús (Lc 7, 11-16):
“Después de esto, Jesús fue a una ciudad llamada Naín. Junto con él iban sus discípulos y una gran cantidad de gente. Cuando se acercaba a la puerta de la ciudad sacaban a enterrar al hijo único de una mujer viuda, a la que acompañaban muchas personas del pueblo. Al verla, el Señor se conmovió por ella y le dijo: ¡No llores! Y, acercándose, toco el féretro y los que lo llevaban se detuvieron. Después dijo: Joven, a ti te digo, levántate. El muerto se sentó y comenzó a hablar. Entonces Jesús se lo entregó a su madre”.
Palabra de Dios
Que entusiasmante este texto evangélico, nos invita a pasar por el mundo dando vida, optando por la vida. Junto con María ser compasivos como lo fue Jesús. Tantas mamás que hoy lloran porque no ven a sus hijos felices, porque ven a sus hijos desorientados, adictos a las plataformas digitales y sin querer compartir con nadie; mamás que lloran porque sus hijos no son como los hijos de antes, hoy contestan, insultan, son violentos, es cierto que tenemos algunos jóvenes que se entregan a nivel social y pastoral pero la mayoría no saber nada de Dios y de los hermanos. No llores y si lloras eso traerá sus frutos, nuestros jóvenes son ontológicamente buenos. No se desanimen sino confiemos.
Te invitamos a hacer visible tu respuesta a esta pregunta: ¿Conozco alguna familia donde haya un joven o una joven que necesite levantarse? ¿Podría ayudar?
Recemos juntos la oración final de nuestro mes.