Experto y novato, emociones antes de la cita

Los nervios están a flor de piel. Ya se palpa en el ambiente que el gran día está a punto de llegar. Atrás han quedado meses de preparación, horas de esfuerzo y sacrificio para lograr el gran objetivo. El trabajo ya está hecho. Ahora sólo falta esperar por el resultado.

El maratón es un prueba de una enorme exigencia. Por delante les esperan 42 kilómetros. Dos vueltas a un circuito, donde las fuerzas físicas y mentales juegan un papel fundamental. CANARIAS7 ha querido reunir a un maratoniano experimentado como el grancanario Antonio Martínez, que el domingo cumplirá su 12º maratón, y a un debutante en esta mítica distancia, como es el caso del madrileño, afincado desde hace unos años en Gran Canaria, Javier Ruiz.

No se conocían de antemano, pero rápidamente entablaron un diálogo muy interesante. Ambos hablan el mismo idioma y como dijo Antonio Martínez, «ya tienes todos los síntomas de la enfermedad y la has cogido de lleno», entre risas.

Javier Ruiz nació en Madrid hace 38 años. Llegó hace cuatro a Las Palmas de Gran Canaria «y fue llegar aquí y empezar a correr. Hace tres años me diagnosticaron un problema reumatoide y los médicos me indicaron que empezara a hacer ejercicio. Con un par de padres del colegio de mis hijos inicié esta aventura. En el año 2012 corrí el 10.000 del Gran Canaria Maratón, el año pasado me pasé al Medio Maratón y para este año con la intención de seguir duplicando distancias me apunté al maratón. Por cierto, al día siguiente de abrirse el plazo, hace ya un año, formalicé mi inscripción. Fui el tercero en hacerlo», comenta.

Antonio Martínez tiene 50 años de edad. Cumplirá su 12º maratón y es fiel a la cita con el Gran Canaria Maratón. Cinco de cinco. Su aventura en esta distancia empezó en el año 2005, en el Maratón de Madrid. Pero Antonio es una persona que ama el deporte. Bien en asfalto o en montaña, ahí está él. Habitual de la Transgrancanaria, una carrera a la que también le tiene un especial cariño. Si son 125 kilómetros o los que sean. Ahí está él para demostrar su fortaleza.

El domingo aspira a bajar de las tres horas, pero no quiere apostar nada. «En el año 2012 me aposté una cena con Gilberto Molina, compañero de equipo, a que bajaba de las tres horas. Entré en meta con un crono de 3 horas y 20 segundos. Jajaja. Así que ahora no arriesgo mi pronóstico», resalta en tono jocoso.

La aspiración de Javier es distinta. «En torno a las cuatro horas, aunque para mí lo más importante es entrar en meta, que lo haré seguro aunque sea a la pata coja». En ese instante, Antonio Martínez añade: «Cuando cruzas la meta se te pondrán los pelos de punta. Cuando llegues a la calle Venegas será algo indescriptible». Para Javier esta carrera es muy especial. «En abril me separé y he solicitado la custodia compartida de mis hijos. Quiero tener un testimonio y una referencia para mis niños. Correré mi primer maratón y este fin de semana no podré estar con ellos. Me he hecho una camiseta finisher super cutre que dice:.Primera maratón por la custodia de mis hijos. Antes de entrar en meta un amigo me la dará y entraré en meta con ella».