Este proyecto conjunto de investigación vigente desde finales de los años ochenta y que respondía al reto de la configuración de las Comunidades Autónomas en España se caracteriza por los siguientes puntos de actuación:

• Elaboración de una metodología común para el desarrollo de modelos específicos adaptados a las características de cada autonomía y desarrollados por equipos autóctonos.

• Integración y explotación conjunta de resultados.

• Continuidad en la tarea de previsión y simulación de políticas.

La historia del proyecto HISPALINK comienza realmente en 1986 con el seminario que se organiza en el Departamento de Economía Cuantitativa de la Universidad de Málaga bajo el título de «Jornadas sobre aplicaciones de los modelos econométricos a los problemas regionales». 

Allí estuvieron ya presentes profesores de once universidades españolas hoy día integradas en HISPALINK, junto con tres invitados europeos especializados en estos temas: los profesores Jean Paelinck (Erasmus Universiteit Rotterdam), Raymond Courbis (Université-Paris X-Nanterre) y Emilio Fontela (Université de Gèneva).

Esta primera reunión dio lugar al establecimiento de una red de conexión de equipos investigadores, pertenecientes a diversas universidades del territorio español que, como consecuencia de los acuerdos allí adoptados, realizaron, posteriormente, reuniones de coordinación. Así fue como se acordó la puesta en marcha de un proyecto común: HISPALINK, cuyo objetivo es disponer de modelos de las diferentes comunidades autónomas, integradas en un modelo global de la economía española.

En 1988 ya se disponía de modelos para ocho regiones, se había elaborado una base de datos común con detalle a nueve sectores y origen en 1970, complementando las series de datos del INE de Contabilidad Regional disponibles sólo desde 1980 (que era preciso deflactar) y que resultaban excesivamente cortas para estimar los parámetros de los modelos econométricos regionales iniciales. Dos años más tarde, en 1990, ya estaban integradas en el proyecto un total de 13 comunidades autónomas. De esa época es la primera versión de un «modelo de congruencia» que ha venido jugando un papel central en el proyecto. Con la experiencia recogida, en 1992 se pone en marcha un nuevo modelo de congruencia que permite introducir límites a las tasas de variación inicialmente propuestas por los equipos e introduce un proceso optimizador para ajustar la suma a los valores nacionales de partida (que también pueden tener un intervalo de cambio admisible). En los primeros años de desarrollo del proyecto HISPALINK se construyó una base de datos regional, el banco de datos HISPALINK, y después la base de datos HISPADAT. Con el paso de los años se ha ido perfeccionando el proceso de estimación conjunta, contando con nuevas versiones del modelo de congruencia.