Gráfico actualizado Hispalink junio 2025
La economía canaria cerró el ejercicio 2024 con un crecimiento real del PIB del 4%, consolidando la fase expansiva iniciada tras la pandemia. Este avance estuvo sustentado principalmente en el dinamismo del sector servicios, en particular el turismo, así como en una evolución positiva del mercado laboral.
Desde el mínimo registrado en 2020, cuando el PIB regional se contrajo un 18% debido al colapso del turismo internacional, Canarias ha recuperado, en términos reales, los niveles de actividad previos a la crisis sanitaria. Sin embargo, esta recuperación se ha apoyado de forma muy intensa en el sector turístico, lo que ha acentuado la exposición de la estructura productiva regional a la volatilidad de la demanda externa.
Los indicadores disponibles para los primeros meses de 2025 apuntan a una moderación del ritmo de crecimiento, con una previsión de avance del PIB regional del 2,5% para el conjunto del año. Esta desaceleración se enmarca en un contexto de menor tracción de la demanda externa, pérdida de impulso en algunos sectores productivos clave y un entorno internacional caracterizado por la persistencia de incertidumbres geopolíticas y condiciones financieras restrictivas que parecen relajarse a final de este primer semestre. Para 2026, se anticipa una nueva moderación, con un crecimiento estimado del 2,1%.
Desde una perspectiva sectorial, el comportamiento del sector primario continúa condicionado por factores estructurales y coyunturales. En 2024, el VAB agrícola creció un 1,5%, y para 2025 se prevé una mejora hasta el 2,7%. El empleo agrario muestra en 2025 una evolución favorable, con un incremento interanual del 5% en las afiliaciones a la Seguridad Social en el periodo enero-mayo. Sin embargo, los datos de comercio exterior reflejan una contracción significativa de la actividad exportadora: las exportaciones agrícolas cayeron un 8,8% en el primer trimestre de 2025, intensificando la tendencia negativa del año anterior (-6,6%). Esta caída se concentra en productos clave como las frutas tropicales (-12%), especialmente el plátano (-11%), lo que sugiere una pérdida de competitividad o dificultades logísticas en mercados tradicionales. Cabe recordar que el plátano sigue siendo un termómetro sensible de la salud exportadora del sector, y su evolución suele anticipar tendencias más amplias. La previsión para 2026 anticipa un crecimiento más moderado del VAB en agricultura del 0,5%.
En el ámbito industrial, el crecimiento del VAB fue del 2% en 2024, pero los indicadores disponibles para 2025 reflejan una clara pérdida de dinamismo. Las afiliaciones en el sector aumentaron un 2,1% hasta mayo, por debajo del 3,1% registrado en el mismo periodo del año anterior. A ello se suma el retroceso del Índice de Producción Industrial (IPI), que acumula una caída del 2,1% entre enero y abril, en contraste con el crecimiento del 5,7% observado en 2024. Este cambio de signo en el IPI no es menor: históricamente, cuando la industria canaria pierde tracción, suele tardar varios trimestres en recuperar el pulso. Esta evolución sugiere una menor actividad en ramas manufactureras vinculadas a la demanda interna y externa, en un contexto de encarecimiento de costes. La previsión de crecimiento del VAB industrial para 2025 se sitúa en el 1,5%, con una estimación del 1,2% para 2026.
El sector de la construcción mantiene una trayectoria expansiva, aunque con signos de desaceleración en 2026. En 2024, el VAB del sector creció un 1,8%, y para 2025 se prevé una aceleración hasta el 2,7%. Este crecimiento se manifiesta ya en el aumento del 2,4% en las afiliaciones al sector en los cinco primeros meses del año, así como en la mejora del consumo de cemento, que creció un 0,7% entre enero y abril, frente a la caída del 2,6% en el mismo periodo del año anterior. Con información disponible hasta diciembre de 2024, los datos de ese año muestran que la inversión residencial presenta señales de recuperación, con un incremento del 10,4% en las viviendas iniciadas y del 37,1% en las viviendas terminadas, lo que sugiere una base sólida de actividad para el presente ejercicio 2025. A este contexto se suma el repunte de la inversión pública en infraestructuras, reflejado en el aumento de casi un 39% en la licitación oficial de obra pública en el primer trimestre de 2025. Este indicador anticipa una mayor carga de trabajo para el sector en la segunda mitad del año, reforzando la previsión de crecimiento del VAB de la construcción para el conjunto del ejercicio. Para 2026, se anticipa un crecimiento del 2% en el VAB del sector.
El sector servicios, que por su peso en el VAB regional, es el principal motor del crecimiento creció un 4,2% en 2024. No obstante, los indicadores disponibles para 2025 apuntan a una desaceleración, con una previsión de crecimiento del 2,5%. Las afiliaciones en el sector aumentaron un 3,6% hasta mayo, lo que refleja una evolución positiva del empleo. Sin embargo, el comportamiento del turismo, pilar fundamental del sector, muestra signos de agotamiento. Las pernoctaciones cayeron un 1,4% en el acumulado del periodo enero-abril comparado con 2024, y el grado de ocupación hotelera apenas creció un 1,4%, frente al 3,2% del año anterior. Además, el índice de cifra de negocios en hostelería creció solo un 2,7% en el primer trimestre, muy por debajo del 16,4% registrado en 2024.
El número total de turistas creció un 3,5% en el primer cuatrimestre, muy por debajo del 12,1% registrado en el mismo periodo del año anterior. Esta ralentización se explica por el estancamiento del turismo alemán (+0,2%) y la moderación del británico (+2,6%), aunque compensada parcialmente por el fuerte dinamismo del turismo procedente del grupo de países que no se consideran principales emisores (+22%). En este contexto, el crecimiento del turismo procedente de mercados no tradicionales -aunque aún minoritario- podría convertirse en un amortiguador parcial frente a la debilidad de los emisores clásicos.
Este comportamiento está estrechamente vinculado a la evolución de las economías emisoras. En el caso de Alemania, la Comisión Europea prevé un estancamiento del PIB en 2025 (0,0%), tras dos años consecutivos de contracción. Esta debilidad se explica por la persistencia de tensiones comerciales, la caída de las exportaciones y el estancamiento de la inversión, en un contexto de elevada incertidumbre y condiciones financieras restrictivas. Aunque se anticipa una ligera recuperación del consumo privado alemán, impulsada por la mejora del poder adquisitivo y la moderación de la inflación, el conjunto de la demanda interna seguirá mostrando un perfil débil. En el Reino Unido, la media de las previsiones de crecimiento del PIB para 2025 se sitúa en el 1,2%. Esta recuperación, aunque positiva, se considera frágil, ya que continúa condicionada por una inflación relativamente elevada y un entorno monetario restrictivo que limita el consumo de los hogares. Estas circunstancias continúan restringiendo la capacidad de gasto de los principales mercados emisores de turistas hacia Canarias, lo que podría seguir afectando negativamente a la demanda turística, especialmente en los segmentos de mayor gasto medio. Para 2026, se prevé que el VAB del sector servicios crezca un 2,2%.
En términos agregados, el crecimiento del VAB total en 2025 se estima en un 2,5%, apoyado en el buen comportamiento del empleo (afiliaciones totales +3,5%) y en la mejora del índice de cifra de negocios total (+5,6% en el primer trimestre). No obstante, el entorno macroeconómico nacional e internacional introduce elementos de incertidumbre. A nivel nacional, el crecimiento del PIB se modera y la inflación, aunque contenida, sigue condicionando el poder adquisitivo de los hogares. En Canarias, el IPC creció un 1,8% interanual en abril, cuatro décimas por debajo de la media nacional, con una evolución especialmente favorable en alimentos y bebidas no alcohólicas (+1,1% frente al 2,0% nacional). Esta contención de precios contribuye a sostener el consumo interno, aunque el menor dinamismo del turismo y la industria, en menor medida, limitarán el crecimiento.
Para 2026, se prevé una nueva moderación del crecimiento económico en Canarias, con un avance del PIB del 2,1%. Por sectores, se estima un crecimiento del 0,5% en agricultura, 1,2% en industria, 2% en construcción y 2,2% en servicios. Estas previsiones están sujetas a la evolución del contexto internacional, especialmente en lo relativo a la demanda turística, la política monetaria del Banco Central Europeo y la estabilidad geopolítica en los principales mercados emisores.