Gráfico actualizado Hispalink junio 2025
Durante el año 2024, la economía extremeña experimentó un crecimiento del PIB real del 2,7%, en línea con lo anticipado en nuestro informe anterior. Este dinamismo fue impulsado especialmente por el sector agrícola (7,4%), con un crecimiento moderado del resto de sectores. Los datos disponibles para el año 2025 muestran una desaceleración en ese ritmo positivo de crecimiento regional, con una predicción de crecimiento del 1,9%, por debajo del promedio nacional, situado en el 2,5%. De cara al año 2026, las previsiones actuales apuntan a una nueva ralentización del crecimiento económico en Extremadura, con una estimación de variación del PIB real del 1,4% regional frente a un 2,2% nacional.
Durante el presente ejercicio 2025, todos los sectores extremeños muestran tasas de crecimiento positivas, si bien inferiores a las de sus equivalentes al nivel nacional. El sector más dinámico sigue siendo la agricultura, con un crecimiento del 3,3%, aunque esta cifra es inferior al notable 4,3% del agregado nacional. La menor aportación relativa de este sector respecto al año anterior contribuye en parte a la desaceleración global.
El sector industrial crece en Extremadura un 2%, una cifra también inferior al crecimiento industrial nacional (2,7%), reflejando un cierto estancamiento en la aportación de la industria. En cuanto al sector construcción, su crecimiento del 1,5% lo cataloga como el menos dinámico de los grandes sectores extremeños, y está de nuevo por debajo del promedio nacional (2,2%). En lo que concierne al sector servicios, con un incremento estimado del 1,8%, se mantiene alejado del promedio nacional (2,5%).
Estas cifras reflejan que, a pesar del crecimiento, la economía regional extremeña sigue presentando un menor dinamismo que la media del país, especialmente en sectores clave como la industria y la construcción.
De cara al año 2026, las previsiones actuales apuntan a una nueva ralentización del crecimiento económico en Extremadura, con una estimación del PIB real del 1,4% (frente a un 2,2% nacional).
Todo lo anterior viene a reflejar la persistencia de brechas estructurales en la economía extremeña, relacionadas con déficits en dotaciones de capital físico y humano, que siguen limitando su capacidad de crecimiento en comparación con el promedio. La evolución reciente de los indicadores evidencia la vigencia de los condicionantes estructurales que afectan a la economía de Extremadura, en particular su menor acceso a recursos productivos y redes de valor, lo que dificulta una convergencia sostenida con las regiones más dinámicas del país.
Redacción: Julián Ramajo y Miguel Ángel Márquez, Equipo Hispalink-Extremadura.