Murcia
Región de Murcia
diciembre 2023
Las previsiones de crecimiento del periodo 2023-2025 de la economía de la Región de Murcia realizadas en el mes de diciembre de 2023 revisan a la baja las presentadas en el pasado mes de junio. En la actualidad se mantienen vigentes los factores de incertidumbre que ralentizan el crecimiento de la actividad económica, entre los que destacan, la irrupción de los ataques por parte del grupo palestino Hamás contra el sur de Israel y la contundente respuesta israelí con acciones militares en la Franja de Gaza, la continuidad del conflicto bélico en Ucrania, el empeoramiento del contexto económico exterior, el endurecimiento de las condiciones financieras, el repunte de los precios de la energía, la persistencia de una inflación subyacente en niveles elevados, el bajo nivel de ejecución de los fondos Next Generation y la desaparición de los estímulos fiscales con la vuelta de la aplicación de la disciplina fiscal.
Así, para el periodo se prevé un crecimiento medio anual del PIB regional del 1,9% frente al 2,4% del PIB nacional. La senda prevista se caracteriza por la desaceleración en el ritmo de crecimiento desde el 1,8% en 2023 hasta el 1,7% en 2024 y una cierta inflexión en 2025 a un ritmo del 2,4%. Desde la perspectiva sectorial se prevé que en el trienio contemplado el mayor crecimiento se registre en la construcción (3,1%) y el menor en las actividades industriales (1,2%).
Con la información disponible para la mayoría de los indicadores hasta el tercer trimestre del año en curso, la actualización de las predicciones de crecimiento de la economía de la Región de Murcia, realizado en el mes de diciembre, confirma las presentadas en el pasado mes de junio, estimándose para 2023 un aumento del PIB del 1,8% frente al 2,4% del conjunto nacional. Sin embargo, las perspectivas para el año 2024 apuntan hacia una mayor moderación como consecuencia del agravamiento de los efectos desfavorables generados por la inestabilidad asociada a la extensión del conflicto bélico existente en Ucrania al más reciente entre Palestina e Israel, el empeoramiento de las perspectivas económicas internacionales, los elevados precios de la energía y de los tipos de interés, la persistencia de una inflación subyacente elevada y niveles de déficit y deuda pública elevados que deberán revertirse con la vuelta a la aplicación de las reglas fiscales, estimándose un crecimiento frágil del PIB del 1,7%, frente al 2,1% previsto en el ámbito nacional. Para el año 2025 las predicciones continúan muy condicionadas por la incertidumbre existente generada por la posible persistencia y continuidad de los efectos negativos de los factores mencionados, previéndose, no obstante, un ligero repunte del crecimiento del PIB regional hasta el 2,3%, tres décimas inferiores al estimado para el conjunto nacional. En resumen, para el conjunto del trienio se pronostica un crecimiento del PIB regional del 1,9% frente al 2,4% nacional, lo que implica el mantenimiento de una tendencia divergente en la Región de Murcia en términos de renta por habitante respecto al nivel nacional, agravada también por el mayor dinamismo de la población regional frente al crecimiento nacional.
Los indicadores disponibles para 2023 muestran mayor moderación en el ritmo de avance respecto a 2022, sobre todo desde la óptica de la oferta. Los componentes de la demanda interna evolucionan favorablemente con un comportamiento más dinámico respecto al contabilizado el año anterior, principalmente, en el ámbito del consumo de las familias puesto que se registran aumentos del 2,7% y 7,7% en el índice de ventas de comercio al por menor y la matriculación de turismos durante el periodo enero-octubre, respectivamente. Por el lado de la inversión, se registran tendencias contradictorias puesto que el índice de producción industrial de bienes de equipo experimenta un descenso acumulado en el periodo enero-septiembre del -0,1, frente a un crecimiento del 1,2% en el mismo periodo del año anterior, mientras que la matriculación de vehículos industriales en el periodo enero-octubre creció el 15,1%, compensando la caída del -2,5% registrada en igual periodo del año anterior.
Por su parte, la demanda externa muestra una tendencia muy desfavorable motivada por el deterioro del comercio mundial y registra una caída en términos reales de las exportaciones del -9,2% en el periodo enero-septiembre, como consecuencia del fuerte desplome de las exportaciones de bienes intermedios (-17,4%) y, en menor medida, el descenso de los bienes de consumo (-2,5). Asimismo, las importaciones experimentan un fuerte retroceso real del -11,3% según los datos acumulados hasta septiembre, debido al comportamiento negativo de los bienes intermedios (-14,3%).
En el mercado laboral, según los datos de la EPA, durante los tres primeros trimestres se acelera el ritmo de aumento del empleo hasta el 2,2% frente al 1,5% registrado en el mismo periodo del año anterior, como consecuencia del mayor vigor registrado en el empleo del sector servicios que creció el 3,6% (2,9% en 2022) y el 14,5% en el sector construcción, pero compensado en parte por la reducción del -10,2% del empleo en el sector industrial. Por su lado, el número de parados ha disminuido el -0,6% en los tres primeros trimestres y sitúa la tasa de paro en el 13,4% en el tercer trimestre. Si atendemos a los datos de afiliación a la Seguridad Social acumulados hasta octubre, se registra un crecimiento del empleo más moderado del 2,0%, en el que contribuyen positivamente todos los sectores, excepto la agricultura (-1,2%), con la construcción a la cabeza (5,3%), seguido de los servicios (2,4%) y la industria (1,7%).
Desde la óptica de la oferta, se presentan simultáneamente los resultados de las previsiones de las cuatro grandes ramas de actividad junto con el análisis de los principales indicadores disponibles en cada uno de ellos. Para este año 2023 se estima que el crecimiento esté liderado por las actividades del sector servicios (2,5%) seguido por el sector construcción (1,9%) y a mayor distancia las industriales (0,8%), mientras que el sector agrario decrecerá (-4,6%).
En lo referente a las actividades agrícolas, ganaderas y pesqueras, como en años anteriores, las condiciones climáticas y los factores relacionados con los recursos hídricos han afectado de manera muy importante a la evolución de la producción agraria regional. Ello se une a otros elementos, como los costes de la energía y de las materias primas, que han supuesto un escenario complicado. Los datos disponibles de avances de superficies y producciones agrarias hasta agosto o septiembre, según los casos, muestran que gran parte de los cultivos han sufrido una merma importante en comparación con el ejercicio anterior. En el caso de los cereales, salvo el arroz, que ha mostrado un aumento del 27%, la mayor parte de las producciones con presencia significativa en la Región de Murcia, como el trigo, la cebada o la avena, han experimentado contracciones de más del 60%. Entre los cultivos tradicionales de secano destaca las disminuciones del 45,7% de la producción de almendra y del 50% en el caso de la aceituna de almazara, lo que ha conllevado una reducción del 54,2% de la producción de aceite.
Por otra parte, también han experimentado notables caídas muchos otros productos agrícolas como el melón (-16,3%), la sandía (-17,1%), el albaricoque (-42,1%) o la manzana (-45,4%), entre muchos otros. También en el subsector ganadero las mermas de las producciones han sido muy acusadas, de manera prácticamente generalizada, con una reducción global del 13%. En caso del ganado porcino, el peso total sacrificado, se redujo un 11,0%; en el bovino un 20,6%; y en el ovino un 30,9%. La única producción ganadera que ha mostrado una evolución positiva ha sido la de aves, con un aumento del 9,4%.
Los datos laborales del sector agrario muestran, como otras veces, tendencias diferentes según la fuente. Mientras que la Encuesta de Población Activa del tercer trimestre indica un aumento de ocupados del sector del 1,2%, comparando la media de los tres trimestres disponibles con la del ejercicio anterior; los datos de afiliación a la Seguridad Social, hasta octubre, indican una reducción interanual del 1,2%. En cuanto a la cifra media de parados registrados en las oficinas de empleo –entre enero y octubre– muestran un descenso del 22%.
Las cifras de exportaciones de productos agrarios, hasta septiembre de 2023, revelan un aumento del 4,8% del valor exportado de productos vegetales, mientras que se produce una contracción del 6,5% en el caso de los productos ganaderos (animales vivos y productos del reino animal). De forma agregada, las estimaciones de crecimiento del sector primario para 2023 indican una reducción del 4,5% del valor añadido bruto.
En las actividades industriales (incluida la energía) persiste la debilidad iniciada a finales del pasado año y muestra menor resiliencia que su homóloga nacional que a comienzos de 2023 (primer trimestre) registró un crecimiento real del 4,4%, aunque posteriormente el ritmo de avance se ha ido debilitando hasta el 0,5% en el tercer trimestre. La enorme incertidumbre que caracteriza el panorama económico general y que se materializa en importantes tensiones geopolíticas, aumento notable de los precios de las materias primas, mantenimiento de las condiciones monetarias restrictivas y la previsible retirada de los estímulos fiscales, justifica la intensa desaceleración del ritmo de avance de la actividad industrial. En el caso de la Región de Murcia, su especialización industrial (peso de la industria superior en el VAB superior en 2 puntos a la media nacional) y su importante apertura externa la hacen más vulnerable ante este complejo panorama, justificando su mayor debilidad respecto a la dinámica nacional. Así, se prevé un exiguo crecimiento del 0,8% y 0,6% de la industria regional en 2023 y 2024, respectivamente, quedando por debajo de los débiles incrementos estimados para su homólogo nacional.
Algunos de los indicadores disponibles confirman esta debilidad del sector secundario. Concretamente, el IPI regional cayó intensamente en los nueve primeros meses de 2023 (-10,0% en términos interanuales del periodo enero-septiembre, frente al descenso del 1,0% en España). No obstante, esta importante caída es debida, en parte, al descenso de casi el 20% en el IPI energético. En el caso de los bienes de equipo, la caída apenas llega al 0,1%, mientras en bienes de consumo y bienes intermedios ronda el -4%.
Adicionalmente, en ese mismo periodo, las exportaciones de bienes se redujeron un 9,2% en volumen, siendo particularmente importante el descenso en las exportaciones de bienes intermedios (-17,4%), que contrasta con el considerable aumento en términos reales de las ventas al exterior de bienes de capital (+8,0%).
En términos de ocupación (EPA), la información disponible de los tres primeros trimestres también muestra un debilitamiento en el empleo industrial, con descensos del -1,4%, -14,3% y -14,0%, respectivamente.
En conjunto, la caída en los tres primeros cuartos de 2023 se cifra en el 1-0,2%, situándose el número de ocupados en la industria en niveles similares a los del segundo trimestre de 2020, aunque por encima del valor del cuarto trimestre de 2022. Igualmente, el paro estimado en los tres primeros trimestres casi duplica el observado en el mismo periodo de 2022.
Pese a ello, paradójicamente, el paro registrado en industria se redujo un 6,6% en el periodo enero-octubre del año en curso, mientras el número de afiliados en alta a la Seguridad Social aumentó un 1,7% a lo largo de dicho periodo, alcanzando en octubre una cifra históricamente elevada de 84.481 personas afiliadas en el sector industrial.
Por su parte, la matriculación de vehículos industriales entre enero y octubre creció un 15,1%, frente al descenso del 2,5% observado en el mismo periodo de 2022, encadenando 5 meses de intensos crecimientos. En negativo, el índice de cifra de negocios de la industria del mes de septiembre se redujo un -11,3% en lo que va de año (-1,0% en España), cayendo de forma continuada desde el mes de marzo en términos interanuales.
En síntesis, pese a que algunos indicadores muestran señales contradictorias, parece confirmarse la debilidad del sector industrial regional, en sintonía con el comportamiento nacional, la cual se agudizaría en 2024. Las previsiones apuntan a una recuperación del sector en 2025, donde recuperaría cifras cercanas al 2%, es decir, similares al promedio de avance del periodo 2000-2019.
Las actividades de la construcción durante 2023 registran una notable desaceleración en su ritmo de avance respecto al ejercicio anterior y se prevé un crecimiento del 1,9%, registro similar al crecimiento medio de la economía regional. La mayoría de los indicadores disponibles confirman cierta debilidad de la actividad, aunque en algunos casos muestran comportamientos contradictorios, como en el componente de la obra pública. Así, en el caso de la licitación oficial, según las cifras de SEOPAN, se registra un crecimiento del 5,4% en el periodo enero-septiembre, cifra muy inferior al registro del 159% en el mismo periodo de 2022, cifra que contrasta con la caída del -0,6% contabilizada por el Ministerio de Fomento en dicho periodo de 2023. En el ámbito de la actividad residencial los indicadores muestran una mayor fortaleza en sus dinámicas de crecimiento, como lo pone de manifiesto el aumento del 11,4% de las viviendas visadas durante el periodo enero-agosto, o los crecimientos del 29,3% y 59,6% de las viviendas iniciadas y terminadas en el periodo enero-junio, respectivamente. Por el contrario, la compraventa de viviendas que había iniciado el año con un crecimiento del 3,5% en el primer trimestre se ha ido debilitando progresivamente, con caídas del -3,2% y -11,0% en el segundo y tercer trimestre. En el periodo enero-septiembre se contabiliza un descenso del -3,6%. Finalmente, en términos de empleo, según la EPA, durante los tres primeros trimestres el empleo creció el 14,5% mientras que en términos de afiliados a la Seguridad Social el aumento del empleo es más moderado y alcanza un crecimiento del 5,3% en el periodo enero-octubre que afecta a 1.323 personas. La previsión sobre la actividad del sector en 2024 y 2025 es que se produzca una recuperación ligada tanto a la mejora de la obra pública como de la obra residencial. En este contexto, se prevé una aceleración progresiva del crecimiento hasta el 2,6% y 4,9%, respectivamente.
En el caso de las actividades terciarias, en el que coexisten un heterogéneo grupo de actividades, se prevé un crecimiento del 2,5% en 2023, 0,7 puntos porcentuales superior al crecimiento medio regional. Atendiendo a las principales ramas de actividad del sector, en transportes y comunicaciones, se observa una dinámica positiva, aunque más moderada respecto al año anterior. Así, el transporte total de mercancías en el puerto de Cartagena ha aumentado un 2,3% en el periodo enero-octubre respecto al mismo periodo del año anterior, debido, básicamente, a los graneles (2,4%), cuya evolución positiva ha estado determinada por la de los graneles sólidos (21,3%). El transporte de pasajeros en barco (cruceros) ha seguido recuperándose con un aumento del 2,8%, mientras que en el caso de pasajeros en avión se alcanzó el 4,8% en el mencionado periodo enero-octubre. El transporte por carretera, con información hasta el segundo trimestre, presenta un aumento del 8,9% en el acumulado de mercancías transportadas (toneladas con origen o destino), si bien, con síntomas de desaceleración en el último trimestre observado.
Las actividades comerciales y turísticas registran un comportamiento más dinámico que las anteriores, aunque también con cifras más moderadas que las registradas en el mismo periodo del año anterior, como lo ponen de manifiesto los diferentes indicadores disponibles. Así, la cifra de negocios del sector aumenta a un ritmo intenso del 4,9% según el dato acumulado hasta septiembre (frente al 12,0% del ejercicio anterior), mientras que el número de pernoctaciones y viajeros registran en el periodo enero-septiembre un aumento del 9,9% y 8,1%, respectivamente, cifras muy inferiores a las consignadas en el mismo periodo de 2022 (69,8% y 58,6%, respectivamente). En lo concerniente al comportamiento de la Administración Pública regional durante los tres primeros trimestres de 2023 se aceleró el gasto con un aumento del 8,0% de los gastos no financieros frente al 1,9% registrado en el mismo periodo de 2022. No obstante, a pesar del notable ascenso del 13,6% de los ingresos no financieros se acrecienta en gran medida el déficit público regional. En línea con el comportamiento expansivo de la actividad terciaria, el empleo en el sector, según la EPA, aumentó en los tres primeros trimestres a un ritmo del 3,6%, aunque si atendemos al registro del número de afiliados a la Seguridad Social el aumento acumulado hasta octubre es sensiblemente más moderado, con una tasa del 2,4%.
La previsión de crecimiento para el sector en 2024 apunta hacia una pronunciada desaceleración hasta el 1,8%, como consecuencia de la mayor incertidumbre asociada a la desaceleración del crecimiento en los principales países emisores de turismo y la mayor disciplina fiscal que exigirá, entre otros, la pérdida de estímulos fiscales con el regreso de las reglas fiscales que han estado suspendidas durante los últimos tres años.
En síntesis, el resultado de la actualización de las previsiones de crecimiento de la economía regional para el trienio 2023-2025 muestra una revisión a la baja de estas respecto a las publicadas en junio. En un escenario en el que aumenta la incertidumbre debido a la extensión de los conflictos bélicos y la tensión geopolítica, el encarecimiento de las materias primas, la elevada y persistente inflación, el endurecimiento de las condiciones monetarias y la vuelta a la disciplina fiscal, el crecimiento será moderado en 2023 (1,8%) y se ralentizará, aún más, en 2024 (1,7%) respecto del estimado en 2022. Esta pérdida de pulso económico viene explicada, principalmente, por la mayor desaceleración de las actividades industriales y de construcción, y en menor medida, las del sector servicios que reducirán notablemente su aportación al crecimiento económico regional. Solamente, y condicionado por el ritmo de reversión de los factores impulsores de incertidumbre, se prevé que en 2025 se produzca el punto de inflexión con un crecimiento del 2,3%.
Redacción: Equipo Hispalink-Región de Murcia
Región de Murcia
junio 2023
La actualización de las previsiones de crecimiento de la economía regional con datos disponibles hasta marzo confirma una considerable desaceleración del ritmo de crecimiento respecto al año anterior. Así, se prevé un crecimiento regional del PIB del 1,7% en 2023 frente al 4,7% estimado para 2022 en sintonía con lo previsto para la economía española que alcanzará el 2,0% frente al 5,5%, respectivamente. Una vez agotado el efecto rebote experimentado tras la superación de la crisis pandémica, la persistencia de la incertidumbre provocada por la guerra en Ucrania, la subida de los tipos de interés, la presión inflacionista y el retorno paulatino a la ortodoxia fiscal configuran un entorno de débil crecimiento.
La previsión de crecimiento para el trienio 2023-2025 del PIB regional es del 2,5% que coincide con la del conjunto nacional. No obstante, la trayectoria prevista en el ritmo de crecimiento regional es ascendente desde el 1,7% en 2023, el 2,7% en 2024 hasta el 3,0% en 2025, muy similar a la prevista a nivel nacional (2,0%, 2,6% y 2,9%, respectivamente). Por tanto, una vez superado el umbral de renta prepandemia del año 2019 tanto en el ámbito regional como nacional, durante el trienio 2023-2025 se prevé alcanzar un ritmo de crecimiento que elimine el diferencial negativo de la economía regional respecto al conjunto nacional registrado durante el bienio 2021-2022.
Región de Murcia
diciembre 2022
Las previsiones de crecimiento del periodo 2022-2024 de la economía de la Región de Murcia realizadas en el mes de diciembre revisan a la baja las presentadas en el pasado mes de abril. Las predicciones están muy condicionadas por la incertidumbre existente generada por la posible persistencia y continuidad de los efectos negativos del conflicto bélico en Ucrania, el escenario inflacionista liderado por el aumento de los precios de la energía y los alimentos y el aumento de los tipos de interés. Así, para el periodo se prevé un crecimiento medio anual del PIB regional del 2,6% frente al 3,0% del PIB nacional. La senda prevista se caracteriza por la desaceleración en el ritmo de crecimiento desde el 3,8% en 2022, el 1,5% en 2023 hasta el 2,4% en 2024. Desde la perspectiva sectorial se prevé que en el trienio contemplado el mayor crecimiento se registre en la construcción (4,2%) y el menor en las actividades agrarias (0,2%).