Reflexionar sobre la importancia fundamental del maestro en el desarrollo humano y social, en particular para la Colombia del siglo XXI.
Objetivos específicos:
Reflexión del ciclo
Existe un consenso en la evidencia sobre los beneficios sociales que proveen los sistemas educativos de alta calidad. Al profundizar sobre cuál de los factores asociados al alto desempeño, es considerado como el más relevante, encontramos reiterativamente que se trata de la calidad del cuerpo docente, evidenciada y materializada en su enseñanza. Las experiencias exitosas para la definición de políticas docentes en los sistemas con mejores resultados, señala que: “la enseñanza es el punto de partida [...] Los docentes [...] y sus estrategias [...] son los principales intermediarios en la enseñanza” (Darling-Hammond et al., 2017).
Ahora bien, el ser maestro va más allá del acto mismo de enseñar. En realidad, son los efectos que plantean el vínculo pedagógico (maestro-estudiante) los que ponen de manifiesto una serie de elementos que hablan sobre el docente como actor determinante en el mejoramiento de la calidad educativa y, sobre todo, el rol que este ocupa dentro de los procesos de cambio social. Pero ¿cuáles son las características de este tipo de maestro? En este primer ciclo de formación interesa preguntarnos, por lo que, en sentido estricto, podría entenderse como una ontología del maestro.
Evidentemente, hay multiplicidad de formas para responder a esta pregunta. Desde la historicidad de la profesión podría argumentarse que son los discursos pedagógicos los que definen qué es ser maestro (Parra, 1980; Martínez Boom, 1994). En este sentido, las diferentes filosofías de la educación nos ponen ante significados diversos del acto de enseñar, así como sus implicaciones para la sociedad. Otra forma de encarar la ontología del maestro es por medio de la práctica pedagógica misma (Zuluaga,1987; Sánchez y González, 2016). El maestro es el actor que conoce a la perfección el medio y las condiciones donde se desenvuelve. Conoce a sus estudiantes y los recursos con los que cuenta. Nadie más que él sabe de los alcances y las limitaciones que enfrenta cotidianamente en el aula y las instituciones educativas. En este primer ciclo, se quiere llevar la atención sobre la auto-reflexividad del ser maestro.
Es posible definir el quehacer docente a través de los siguientes elementos que proponemos acompañen en la reflexión a lo largo de este ciclo (Pérez, 2016):
1. Conocimiento disciplinar y didáctico: Un maestro conoce su saber disciplinar, y sobre todo, tiene la experticia didáctica requerida para favorecer el aprendizaje de los estudiantes.
2. Actitudes y prácticas que favorecen la labor educativa: Un maestro es un ser sensible que se observa a sí mismo y el contexto en el que habita con el fin de mejorar la práctica pedagógica:
En este ciclo se espera que todos los actores que intervienen en el diseño e implementación de las actividades de formación y acompañamiento, piensen y sientan, de manera consciente, las múltiples tensiones del ser maestro, y las múltiples formas para potenciar el aprendizaje de los estudiantes desde allí.
Desempeños esperados evidencia de los aprendizajes:
Objetivos:
Fortalecer el saber pedagógico a partir de ejercicios de sistematización de experiencias, análisis de datos y estudios de caso, que sirvan para una lectura de contexto e intervención pertinentes.
¿Cómo Investigar en Educación?
Conferencia Julián de Zubiría
Primera Parte I
¿Cómo Investigar en Educación?
Conferencia Julián de Zubiría
Primera Parte II
¿Cómo Investigar en Educación?
Conferencia Julián de Zubiría
Primera Parte III
Objetivo:
Desempeños esperados evidencia de los aprendizajes: