Este estudio tuvo el objetivo de elaborar un modelo de indicadores para la planificación, el desarrollo y la evaluación de las habilidades cognitivas del pensamiento crítico en el proceso de formación de profesionales de las carreras impartidas por la Facultad de Filosofía – UNA. Para ello, fue desarrollada una investigación mixta, cualitativa y cuantitativa, delimitada a las seis carreras profesionales de la Facultad de Filosofía: Filosofía, Letras, Historia, Ciencias de la Comunicación, Ciencias de la Educación y Psicología, tanto en su sede central de la ciudad de Asunción, como en sus filiales ubicadas en seis ciudades del interior del país: Caacupé, Paraguarí, Caaguazú, Villarrica, San Pedro, San Estanislao y San Juan Bautista.
Para identificar las habilidades cognitivas del pensamiento crítico presentes en los modelos aplicados en la Educación Superior, se realizó la revisión de las teorías, declaraciones y modelos publicados sobre el desarrollo de habilidades cognitivas del Pensamiento Crítico en la formación de profesionales en la Educación Superior, de acuerdo a la propuesta del primer objetivo específico de la presente investigación.
A partir de esta revisión, fueron identificadas 16 habilidades cognitivas: interpretación, puntos de vista, autorregulación, empatía intelectual, evaluación, análisis, clarificación, argumentación, inferencia, explicación, razonamiento inductivo, razonamiento práctico, toma de decisiones, solución de problemas, proceso crítico-social, visión transformadora.
Para estructurar un modelo de indicadores para la evaluación de las habilidades cognitivas del pensamiento crítico de los futuros profesionales en la Educación Superior, segundo objetivo específico de esta investigación, se analizaron los datos cualitativos recolectados mediante la aplicación de 16 grupos focales y 53 cuestionarios respondidos por docentes y estudiantes.
Estos resultados fueron determinantes para la selección de las habilidades cognitivas del pensamiento crítico y los indicadores a ser incluidos en el modelo diseñado en este estudio.
Fueron seleccionadas 7 habilidades cognitivas consideradas prioritarias por los participantes: interpretación, clarificación, análisis, evaluación, empatía intelectual, visión transformadora y solución de problemas.
De acuerdo a los testimonios expresados por los participantes, se seleccionaron 36 indicadores para la planificación, el desarrollo y la evaluación de las habilidades seleccionadas.
Este sistema de indicadores fue validado por seis expertos internacionales del área, y constituye el primer instrumento pedagógico con que cuenta la Facultad de Filosofía de la UNA, a partir del presente estudio.
A partir del modelo de indicadores, fue elaborado un instrumento de medición con escala Likert de cinco grados, para medir la percepción de los estudiantes sobre el nivel de desarrollo de cada habilidad cognitiva en su carrera.
La medición del nivel de desarrollo de las habilidades cognitivas del pensamiento crítico de los estudiantes de los últimos cursos en las diversas carreras de grado de la Facultad de Filosofía, tercer objetivo de la presente investigación, arrojó como principal hallazgo que los estudiantes perciben un nivel medio de desarrollo, con un promedio general de 68,85%.
Este nivel medio indica que la comunidad educativa de la Facultad de Filosofía – UNA ha desarrollado una conciencia clara de la importancia de desarrollar las habilidades cognitivas necesarias para el pensamiento crítico, y de los problemas que ocasiona no contar con estas habilidades.
También significa que los estudiantes han iniciado la práctica de las habilidades cognitivas para mejorar su forma de pensar.
La habilidad de interpretación es la que cuenta con un nivel de desarrollo más elevado, de 77,8 % en promedio, en la percepción de los estudiantes participantes.
Tres indicadores de esta habilidad superan el nivel medio de desarrollo, para situarse en el nivel superior: diferencia las ideas principales y secundarias de un texto, comprende la relevancia de un hecho en una situación dada, e identifica el mensaje que quiere transmitir el autor de un texto.
Relacionando estos resultados cuantitativos con los cualitativos, se encontró que la habilidad de interpretación fue considerada prioritaria y fue la que obtuvo la mayor cantidad de menciones en los grupos focales y cuestionarios.
Los testimonios brindados por los participantes señalan que se trata de una habilidad fundamental para la comprensión de textos y situaciones, y que para fortalecerla se hace necesario superar la tendencia a la repetición y la memorización, presente en la cultura universitaria actual.
La habilidad de clarificación obtuvo un nivel promedio de 64,6%, nivel comprendido en el nivel medio.
Se destaca por su nivel un poco más elevado, con 71%, el indicador: Los debates en clase ayudan a construir una jerarquía de valores basada en el compromiso social, que expresa una tendencia hacia el compromiso con la sociedad basado en principios y valores.
Los indicadores relacionados con las competencias comunicativas relacionadas con esta habilidad tuvieron un promedio de 61% a 63%, que las posiciona en el nivel medio.
Casi en el mismo nivel se encuentran los resultados del indicador sobre la contribución de las actividades áulicas para la construcción de esta habilidad.
La habilidad de análisis también obtuvo un nivel medio de desarrollo, en la percepción de los estudiantes.
Sin embargo, el menor promedio, con 57%, fue identificado en el indicador relacionado con las actividades académicas de investigación, y su contribución al desarrollo de esta habilidad.
La misma diferencia se distingue en la habilidad de evaluación, en donde cuatro de sus cinco indicadores obtuvieron un promedio de 73% a 78%, y el indicador con menor promedio fue: Los métodos de evaluación aplicados durante la carrera ayudan a evaluar y mejorar la manera de pensar, con apenas 62%.
Las habilidades de empatía intelectual y visión transformadora tuvieron niveles promedio de 69,8% y 68% respectivamente, posicionando a las mismas en un nivel de desarrollo medio, como todas las demás habilidades.
El indicador: interviene en su propia formación de forma activa, obtuvo en promedio un nivel de desarrollo del 60%. Este resultado se encuentra en el límite inferior del nivel medio, de acuerdo a la escala aplicada, indicando una tendencia no muy favorable al desarrollo de la autonomía académica del estudiante.
La habilidad con menor desarrollo, en la percepción de los estudiantes participantes, fue la solución de problemas, con un promedio de 60,33 %, si bien este valor la posiciona en el nivel medio de desarrollo.
Se trata de una habilidad cognitiva compleja, que requiere del domino de las demás habilidades. Obtuvieron menor nivel, en promedio, dos indicadores: cuestiona las creencias dominantes que interfieren en el problema, con apenas 48%; y revisa y modifica su propuesta de solución de problemas de forma integral, enfocando no solamente la solución técnica, con apenas 40%.
Estas dos habilidades, de acuerdo a estos resultados, presentan un nivel de desarrollo inicial, en el cual se tiene conciencia de la necesidad de revisar y mejorar la forma de pensar, pero no se han instalado aún prácticas sistemáticas que promuevan esos cambios.
Otro indicador destacado por contar con un nivel superior de desarrollo, en la percepción de los estudiantes participantes, fue: articula diferentes perspectivas para explicar la realidad del país, correspondiente a la habilidad empatía intelectual. Este resultado podría indicar una tendencia favorable al cambio, al poder observar la realidad educativa, profesional y ciudadana desde otras perspectivas diferentes al pensamiento establecido.
Sin embargo, contrasta este resultado con el bajo promedio obtenido en el indicador: cuestiona las creencias dominantes que interfieren en el problema, que podría estar indicando una tendencia a no cuestionar las creencias instaladas.
Se trata de dos tendencias contrapuestas, la primera favorable al cambio, y la segunda reacia a aceptar los cambios. Esta segunda tendencia es originaria de la cultura autoritaria que promueve el pensamiento homogéneo, y dificulta los procesos de cambio en la educación superior.
El conflicto entre ambas tendencias se encuentra vigente, según los resultados obtenidos en esta investigación, en el estamento de los estudiantes de las carreras de la Facultad de Filosofía de la UNA.
Considerando el análisis de los resultados cualitativos y cuantitativos aportados por este estudio, y comparando los mismos con los resultados obtenidos en las investigaciones desarrolladas en la región latinoamericana, se puede afirmar que las habilidades cognitivas del pensamiento crítico se encuentran en un nivel medio de desarrollo en las carreras profesionales de la Facultad de Filosofía de la UNA.
Se presentan tendencias contradictorias entre los estudiantes, de cuestionamiento crítico a las creencias y modelos establecidos, y rechazo al cuestionamiento; de cambio y resistencia al cambio. Sin embargo, la conciencia y el debate sobre la necesidad del desarrollo del PC están instalados en la institución educativa.
Considerando estos hallazgos, este estudio recomienda, a la comunidad educativa de las diversas carreras y sedes de la Facultad de Filosofía de la UNA, promover la investigación e implementación de estrategias de enseñanza-aprendizaje que promuevan el desarrollo de las habilidades cognitivas del pensamiento crítico.
Para eso, será necesario fortalecer la formación de los docentes, en cuanto a sus conocimientos, habilidades y actitudes, de modo que puedan mejorar sus prácticas pedagógicas, y aplicar en aula estrategias de enseñanza que desarrollen las habilidades del pensamiento crítico.
Por tanto, este estudio recomienda a la Dirección de Estudios de Postgrado incluir el estudio de las habilidades del pensamiento crítico y sus estrategias de desarrollo, en los programas de estudio de los cursos de habilitación didáctica universitaria y cursos de formación continua de profesores.
A los investigadores del área, este estudio recomienda continuar los estudios en esta línea de investigación, específicamente estudios que midan la percepción de los docentes y gestores universitarios, el nivel de desarrollo del pensamiento crítico en otras carreras, facultades y universidades paraguayas, y las estrategias educativas necesarias para promover ese desarrollo.