Gioconda Belli

Dime

Dime que no me conformarás nunca,

ni me darás la felicidad de la resignación,

sino la felicidad que duele de los elegidos,

los que pueden abarcar el mar y el cielo con sus ojos

y llevar el Universo dentro de sus cuerpos.

Y yo te vestiré con lodo y te daré a comer tierra

para que conozcas el sabor de vientre del mundo.

Escribiré sobre tu cuerpo la letra de mis poemas

para que sientas en ti el dolor del alumbramiento.

Te vendrás conmigo: haremos un rito del amor

y una explosión de cada uno de nuestros actos.

No habrán paredes que nos acorralen,

ni techo sobre nuestras cabezas.

Olvidaremos la palabra

y tendremos nuestra propia manera de entendernos;

ni los días, ni las horas podrán atraparnos

porque estaremos escondidos del tiempo en la niebla.

Crecerán las ciudades,

se extenderá la humanidad invadiéndolo todo;

nosotros dos seremos eternos,

porque siempre habrá un lugar del mundo que nos cubra

y un pedazo de tierra que nos alimente.