Gioconda Belli

El tiempo que no he tenido el cielo azul

quien no sabe que a esta altura

el dolor es también un ilustre apellido

Mario Benedetti

El tiempo que no he tenido el cielo azul

y sus nubes gordas de algodón en rama,

sabe que el dolor del exilio

ha hecho florecer cipreses en mi carne.

Es dolor el recuerdo de la tierra mojada,

la lectura diaria del periódico

que dice que suceden

cada vez más atrocidades,

que mueren y caen presos los amigos

que desaparecen los campesinos

como tragados por la montaña.

Es dolor este moverme en calles

con nombres de otros días, otras batallas,

de otros personajes que no son de mi historia.

Es dolor caminar entre caras desconocidas

con quienes no puedo compartir un poema,

hablar de cosas de la familia

o simplemente despotricar contra el gobierno.

Es dolor llegar hasta el borde,

ver de lejos el lago,

los rótulos en la carretera: Frontera de Nicaragua

y saber que aún no se puede llegar más allá,

que lo más que se puede es empinarse

y tratar de sentir el olor de las flores y campos y quemas.

Es dolor,

pero se crece en canto

porque el dolor es fértil como la alegría

riega, se riega por dentro,

enseña cosas insospechadas,

enseña rabias

y viene floreciendo en tantas caras

que a punta de dolor

es seguro que pariremos

un amanecer

para esta noche larga.