Los rotos

Los rotos nunca hacen ruido al romperse.

Su secreto está en el silencio:

Escapan del todo y de todos.

Cuando creen que están lejos, comienzan a pensar que podrán ser reconstruidos.

Nunca se remiendan. Nunca se remiendan porque los persiguen los recuerdos, los que duelen más por las noches.

En silencio añoran sus días pasados —dueños de sus insomnio— y siguen sonriendo.

Es fácil reconocerlos ya que llevan siempre una careta de alegría.

Silban y se persignan refugiados en sus creencias.

Hablan todo y nada. Todo el tiempo hablan. Nadie los calla.

¡Virtuoso quien logre conseguirlo!

Vacilan con ellos mismos antes que con otros.

Lloran en silencio.

Eso es lo que los hace maravillosamente impresionantes.

Guadalajara, Jalisco

Poeta e ingeniero civil.