Flores añejas
Me expongo al filo
tambaleo en un charco
me arrojo al tiempo
y nadie ve.
Búscame
es que tienes nombre
¡No lo entiendo o
no lo sé!
Dibujemos un rostro
¡sal airoso, resurge de la nada, besa la luz!
hueles a yerba fresca,
hoy no hay primaveras asomadas.
Encuéntrame
-aquí estás, me dices.
Casi piso a un alacrán, maté a una mosca y a una mariposa
no hubo funerales solemnes
sólo el agua limpia la mugre
Dentro del panal está la abeja reina
¿más grande eres?
—No
ayer maté a un insecto
y éste vio cómo su dios lo aniquilaba.
Mientras el porvenir llega
tú, él, ella y yo
nos tragamos …
Danay Espinosa. Estudiante de letras de séptimo semestre en la Universidad de Guadalajara.